El pendejo no conquista el mundo porque no quiere.
De chico, cuando participabamos en algun torneo de futbol del club de barrio, usabamos una camiseta blanca cualquiera y saliamos a juntar diarios a las casas de los vecinos para venderlos en las papeleras y con esa plata comprar los numeros que nuestras madres cosian en la camiseta, los numeros y lo que hiciera falta para el torneo. Yo recuerdo tener el 9 y mi hermano el 5.
Ahora, les dan las camisetas con colores horribles y numeros como el 37. Recuerdo que un nene que jugaba con mi hijo no quiso jugar porque queria la 10 y la camiseta que el club le dio era la 62. Y no jugo hasta que el padre le hizo una camiseta nueva.
Hora de buscar otro club para el pequeño Ricky…
Jaja se dan Posta? xq el más grande se deja pegar parece.