Después de las elecciones el gobierno blanqueó los números de la Gripe A
[b]El número de contagios no era 1.587, eran más de 100 mil. Se sospecha que los muertos superen los 45 informados oficialmente. Desde que comenzó la epidemia, sólo en el Hospital Posadas fallecieron 25 adultos y seis menores. En el Muñiz, el 95% de los que presentan los síntomas tienen H1N1. [b]Mauro Federico.[/b]
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02.07.2009
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El ministro de Salud Juan Luis Manzur admitió ante Crítica de la Argentina que, desde que comenzó la epidemia, hubo más de 100 mil infectados con el virus de la gripe A en todo el país. Una cifra 60 veces mayor que la reconocida en el último parte oficial difundido el pasado viernes 26 de junio –dos días antes de las elecciones–, donde tan sólo se confirmaban 1.587 casos.
El número de muertes también es muy superior a las 45 reconocidas por la cartera sanitaria. Según los especialistas, decenas de fallecimientos aguardan confirmaciones de laboratorio para ser incluidos en los listados de “óbitos por H1N1”. Y que si se hubieran adoptado medidas más estrictas hace un par de semanas, el impacto epidemiológico y el número de decesos hubiera sido menor. Fuentes del Hospital Posadas confirmaron que en el establecimiento ya se produjeron 25 casos fatales de adultos jóvenes –entre ellos, dos embarazadas– y seis niños.
La primera conferencia de prensa convocada por el flamante ministro, en el histórico edificio de la avenida 9 de Julio, transcurría sin sobresaltos. Las preguntas de los periodistas televisivos requerían precisiones sobre las medidas preventivas y la probable suspensión de espectáculos públicos. Hasta que un cronista de este diario inquirió al funcionario con un interrogante que lo incomodó.
–Los datos oficiales difundidos hasta ahora plantean una relación entre casos confirmados y decesos que avalan la preocupación de quienes sostienen que esta influenza presenta una alta tasa de mortalidad. ¿Por qué no se blanquean los números y se reconoce que hay muchos más infectados que los oficialmente admitidos?
Manzur sabía que la pregunta venía con trampa. Si se aferraba a las estadísticas de la cartera que acaba de asumir, terminaría convalidando la teoría de la gran letalidad del virus. La alarma podía ser inmediata. Entonces lo pensó un instante y prefirió admitir lo que todos los funcionarios saben pero ninguno se animaba a reconocer hasta ayer.
–Existen dos grupos poblacionales sobre los cuales hay que comparar las tasas de mortalidad: el universo de los casos confirmados y el de las personas que fueron afectadas, que se curaron y no se supo que habían contraído ese virus específico. Si se plantea sobre los 2.500 casos confirmados por el laboratorio del Instituto Malbrán, es un denominador, y si se lo compara con el universo que estimamos en 100 mil personas que tuvieron el virus, fueron asintomáticos y se curaron, el resultado es otro”, reconoció el ministro. Y agregó: “Hay que tener precaución sobre lo que uno usa para efectuar una comparación, ya que hay que compararlo con el mismo grupo poblacional”.
En la misma línea, el infectólogo Pedro Cahn confirmó que “en la medida en que no estamos hisopando a todos sino solamente a las personas que se internan, hemos perdido la cuenta del denominador y no sabemos cuántas personas han contraído gripe A: suponemos que son varias decenas de miles”.
La Organización Mundial de la Salud concluyó, cuando declaró la fase 6 del alerta por pandemia, que la tasa de mortalidad por la gripe A es del 0,78%, aunque en México esa tasa se elevó a 1,9 por ciento.
En otro tramo de la conferencia de prensa, Manzur confirmó también que se aguardan los análisis para averiguar las causas de otros fallecimientos. “La curva epidemiológica está en ascenso, por lo que estamos procediendo a tomar medidas para lograr el amesetamiento de la curva de la epidemia para evitar que se sature la infraestructura sanitaria y espaciar los casos en el tiempo”, informó.
Por su parte, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Claudio Zin, negó que se esté ocultando información sobre el número de enfermos y de muertes a causa del H1N1. Aclaró, además, que “desde hace dos semanas no se hacen hisopados, ya que el nivel de circulación del virus de la gripe A es mayor al de la gripe estacional y ante la sospecha se trata al paciente como si fuera gripe porcina”.
Los especialistas coincidieron con este diagnóstico. “El 95% de los pacientes con gripe que atendemos en el hospital tienen la H1N1”, afirmó Jorge San Juan, jefe de terapia intensiva del Hospital Muñiz e integrante del comité de expertos que asesora al Ministerio de Salud.
Desde otro de los centros asistenciales comprometidos con la atención de la pandemia, aseguraron que la cantidad de casos fatales supera las estimaciones oficiales. Luis Canievsky, presidente de la Asociación de Profesionales del Hospital Posadas dijo a este diario que “la zona oeste del conurbano fue uno de los focos donde el H1N1 se desarrolló con mayor virulencia, por eso en nuestro hospital estamos viendo una gran cantidad de pacientes que presentan complicaciones que obligan a asistirlos con respirador mecánico y el mayor número de casos mortales”, aseguró. A la hora de las cifras de casos mortales, Canievsky detalló que figuran, hasta la fecha, “veinticinco fallecimientos de pacientes adultos y seis niños”.
LA ESPAÑOLA LLEGÓ A LOS 50 MILLONES. En la Argentina, la gripe A alcanzará su pico máximo de enfermos dentro de dos semanas. Las cifras oficiales –44 muertos y unos 100.000 contagiados– pueden ser vistas en perspectiva con las pandemias de gripe más importantes de los últimos dos siglos. La más letal fue la española –también era del subtipo A H1N1–, que entre 1918 y 1919 mató a más de 50 millones de personas, casi tantas víctimas como la peste negra. La mayor parte de las muertes ocurrieron por neumonía bacteriana, una infección secundaria. Al contrario que con la gripe actual, la tasa de mortalidad era muy alta: de entre el 2 y el 20%. Aunque lejos de esas cifras, otras pandemias de gripe también resultaron letales. La asiática (1957) y la de Hong Kong (1968) mataron a cerca de un millón de personas cada una, mientras que la aviar sólo causó 257 decesos de 2003 a hoy. En los últimos años, la vacunación, el uso masivo de antibióticos y la inmunidad adquirida contra pandemias anteriores contribuyeron a una importante reducción de las tasas de mortalidad.
¿DEBERÁ DAR EXPLICACIONES LA EX MINISTRA OCAÑA? Cuando hace apenas diez días, la ex ministra de Salud Graciela Ocaña elevó a la Presidenta la recomendación del comité de expertos para que se declarara la emergencia sanitaria en todo el país, la respuesta que recibió por parte del jefe de Gabinete, Sergio Massa, fue una rotunda negativa: “De emergencia no se habla hasta después del 28”, le habrían dicho a la funcionaria, que presentó su renuncia el lunes posterior al duro revés político que las urnas le propinaron al oficialismo.
“Ella debió haber renunciado en ese momento y no esperar el resultado de las elecciones, evidenciando una maniobra especulativa que terminó costando vidas humanas”, afirmó el doctor Federico Paulino, dirigente de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA).
“Ocaña deberá explicar los motivos por los que aceptó permanecer en un gobierno que la desautorizó alevosamente en medio de la peor crisis sanitaria de los últimos tiempos”, completó el médico.
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