Lo presentó Juan Cabandie en la Legislatura[b]
Proyecto K para prohibir la cajita feliz en la ciudad[/b]
[b]Una iniciativa vetaría menús hipercalóricos ofrecidos junto con objetos de incentivo[/b]
Los menúes infantiles de las cadena de hamburguesas, que incluyen un juguete como regalo, no podrían seguir comercializándose en la Capital si prospera un proyecto de ley presentado por el diputado kirchnerista Juan Cabandié en la Legislatura de la ciudad.
La iniciativa del jefe del bloque K propone prohibir "la venta de menús que estén acompañados de objetos de incentivo para consumo en todos los establecimientos expendedores de alimentos y bebidas" de la Capital.
El polémico borrador sólo exceptúa de la restricción los productos que contengan frutas y verduras, o que no superen el nivel calórico recomendado por los expertos en nutrición. De esto se deduce que el proyecto va dirigido a ofertas de comida rápida, del tipo de los menúes infantiles con juguetes que representan a personajes de películas.
La iniciativa -que ya recogió adhesiones y críticas en las redes sociales- fue presentada hace algunas semanas y todavía no comenzó a ser evaluada por los diputados. Según dijeron fuentes del despacho de Cabandié a LA NACION, deberá ser analizada en las comisiones de Desarrollo Económico y de Salud.
Desde Pro, el diputado Jorge Garayalde ya cuestionó el borrador, tal vez adelantando la posición que tendrá su bancada durante el debate legislativo. "La Cajita Feliz está aprobada por el Código Alimentario del Ministerio de Salud de la Nación. Este es un proyecto mediático", sostuvo.
En marzo pasado, la Legislatura porteña ya había sancionado una ley que prohíbe cualquier tipo de anuncio en la vía pública que induzca a niños y a adolescentes a la compra de alimentos procesados hipercalóricos que los tiente con promociones de regalos, descuentos o sorteos.
Ese proyecto había sido impulsado por los diputados macristas Helio Rebot y Alejandro García, y fue aprobado por unanimidad.
La prohibición, según el texto de la norma, pretende desalentar una conducta alimentaria hipercalórica y carente de nutrientes, de modo de reducir enfermedades crónicas como el sobrepeso y la obesidad.
La prohibición alcanza tanto a la cartelería de la vía pública como a la entrega en mano de folletos con ese tipo de anuncios.
En cambio, no regula las publicidades televisivas o radiales, o realizadas en medios digitales para difundir dichas promociones, pues la Legislatura porteña no tiene atribución sobre el contenido de los medios nacionales. Asimismo, las cadenas de hamburguesas y de otros alimentos altos en grasas o azúcares destinados a niños pueden continuar efectuando promociones y descuentos en el interior de sus sucursales.
El paso que pretende dar ahora Cabandié registra antecedentes en otras partes del mundo. En diciembre último, la alcaldía de la ciudad norteamericana de San Francisco prohibió la comercialización de la cajita feliz, luego de una protesta de padres locales que consideraban que vincula la obtención gratuita de un juguete con el consumo de una comida que puede ser perjudicial.