EL DÍA QUE IBARRA DENUNCIÓ A FILMUS POR LA ESCUELA SHOPPING
Filmus corre con la desventaja de haber empezado joven. El candidato porteño del kirchnerismo se recibió de sociólogo a los 22 años, menos de un lustro después ya era rector de un centro educativo y, a los 34 años, llegó al gobierno de la ciudad.
Entonces capitaneaba la intendencia un polémico hombre del menemismo, cuestionado por el manejo discrecional de los fondos públicos: Grosso. Filmus formó parte de su equipo como director y subsecretario de Educación; y se alejó sólo en 1992, cuando la vapuleada imagen del jefe comunal era insostenible.
Una curiosidad
Mientras Filmus fue funcionario, un joven legislador de la oposición logró notoriedad por denunciar que -una madrugada de diciembre de 1991- el Concejo Deliberante había autorizado la construcción de una galería comercial en la planta baja de la escuela Presidente Mitre. Era la famosa “escuela shopping”; y, el denunciante, el concejal Aníbal Ibarra. El mismo que hoy acompaña a Filmus como postulante, otra vez, a legislador.
No es todo
Cuando dejó el gobierno de Grosso, el sociólogo se sumó como asesor al equipo de la ministra de Educación, Susana Decibe, impulsora de una criticada reforma educativa. La decisión era natural en momentos de apogeo menemista…
Tengamos en cuenta que, el año pasado, Daniel Filmus impulsó la Nueva Ley de Educación Nacional. Lo hizo criticando ferozmente la “ley menemista”, esa mismo que él colaboró a redactar.
Declaraciones de Susana Decibe, Ministra Educación de Carlos Menem:
“El ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, afirma, en un reportaje reciente, que la reforma de los 90 acentuó la cantidad y no la calidad, a pesar de que él mismo fue parte de nuestro equipo de gestión y compartía la visión y la política”.
Daniel Filmus llegó al ministerio de Educación en el 2003, cuando asumió Néstor Kirchner. Dice que lo conoció unos días antes de que le ofrecieran el cargo y que lo que valoraron para elegirlo fue su trayectoria y su bajo perfil.
Durante la presidencia de Carlos Menem, Filmus fue uno de los encargados de redactar la polémica Ley de Educación que incorporó el Polimodal y el EGB como sistemas educativos alternativos al tradicional secundario.
Los años lo convirtieron en un fervoroso crítico de esa Ley que ayudó a escribir. Es más, su lanzamiento como candidato por la Ciudad lo encontró junto a Kirchner promulgando la nueva Ley de Educación. Fue el primer paso en la instalación mediática del desconocido ministro.
El “Chirolita” elegido
Daniel Filmus, el hombre elegido por Kirchner como su candidato en la Capital, ostenta un currículum de extraña coherencia: en los últimos veinte años, ha sido protagonista de todas las experiencias de destrucción de la educación pública ejecutadas desde el Estado.
Entre 1990 y 1992, fue secretario de Educación del intendente menemista Grosso, el de las escuelas shopping. “Culminada” esa primera experiencia porteña, Filmus se fue a trabajar con Menem, como asesor del Ministerio de Educación. Desde allí, fogoneó la puesta en marcha de la “Ley Federal”, es decir, la “descentralización” educativa a las provincias -con su secuela de asfixia presupuestaria- y la precarización docente. Esto fue cuando las escuelas de las provincias dejaron de recibir guita del estado?
Con Ibarra, Filmus volvió a la Ciudad, nuevamente como secretario de Educación. Durante tres años, piloteó un proceso de declive implacable de la escuela pública porteña, caracterizado por la caída del salario docente y el derrumbe de los edificios escolares.
En la bancarrota de 2001, una disposición de su Secretaría habilitó a las concesionarias de los comedores a que “adecuen los menús a la grave situación financiera”.
Cuando arreciaron las protestas y denuncias de niños mal alimentados, Filmus acuñó una de sus frases más conocidas:
“A la escuela se viene a aprender, no a comer”.
Mientras “ajustaba” a los comedores, Ibarra “arreglaba” la deuda pública de la Ciudad “hacia arriba”.
Filmus fue convenientemente reciclado por Kirchner, que lo ungió como ministro de Educación, desde donde empezó a atacar a… la “política educativa de los '90” (¡!). Hasta su antigua socia en el menemismo educativo, Susana Decibe, hizo saber su indignación ante estas críticas, por parte de quien “fue parte de nuestro equipo de gestión y compartía la visión y la política”
En el Siglo XXI
Se juntó con Ibarra (que estaba aliado con De la Rúa).
Compartió el gabinete de ministros de la Ciudad con Telerman (el mismo que estuvo con Cafiero, que fue embajador de Menem, que fue jefe de campaña de Duhalde, que luego fue vicejefe de Ibarra, que actualmente es jefe de gobierno, que es bancado por De Vido, que se declaró oficialista-kirchnerista, y al rato opositor-amigo de Carrió).
Es apoyado por Scioli (que se inició con Menem, siguió con Duhalde y continúa con Kirchner).
Es actualmente ministro de Kirchner quien lo mandó a competir en la Ciudad por sugerencia de Alberto Fernández (quien pasó por el Partido Nacionalista Constitucional, y luego fue un orgulloso cavallista, antes de convertirse en el jefe de gabinete de Kirchner, que llegó a Presidente gracias a Duhalde, que en los 90 fue muy amigo de Menem con quien impulsaron y se alegraron por las privatizaciones de YPF; y de quien dijo que era más que Perón…
Y ahora dicen que Filmus es la nueva política, que es un tipo coherente, que representa a un modelo distinto y que no tiene nada que ver con los 90…
Filmus, el candidato de la derecha del peronismo porteño
[LEFT]Daniel Filmus, el hombre elegido por [/LEFT]
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Daniel Filmus o Sarmiento traicionado[/RIGHT]
[LEFT]Kirchner como su candidato en la Capital, ostenta un [/LEFT]
currículum de extraña coherencia: en los últimos veinte años, ha sido protagonista de todas las experiencias de destrucción de la educación pública ejecutadas desde el Estado.
[LEFT]Entre 1990 y 1992, fue secretario de Educación del intendente menemista Grosso, el de las escuelas shopping. “Culminada” esa primera experiencia porteña, Filmus se fue a trabajar con Menem, como asesor del Ministerio de Educación. Desde allí, fogoneó la puesta en marcha de la “Ley Federal”, es decir, la “descentralización” educativa a las provincias -con su secuela de asfixia presupuestaria- y la precarización docente.
Con Ibarra, Filmus volvió a la Ciudad, nuevamente como secretario de Educación. Durante tres años, piloteó un proceso de declive implacable de la escuela pública porteña, caracterizado por la caída del salario docente y el derrumbe de los edificios escolares. En la bancarrota de 2001, una disposición de su Secretaría habilitó a las concesionarias de los comedores a que “adecuen los menús a la grave situación financiera”. Cuando arreciaron las protestas y denuncias de niños mal alimentados, Filmus acuñó una de sus frases más conocidas: “a la escuela se viene a aprender, no a comer” (La Nación, 2/7/02). Mientras “ajustaba” a los comedores, Ibarra “arreglaba” la deuda pública de la Ciudad “hacia arriba”.
La “autocrítica”
Filmus fue convenientemente reciclado por Kirchner, que lo ungió como ministro de Educación, desde donde empezó a atacar a… la “política educativa de los '90” (¡!). Hasta su antigua socia en el menemato educativo, Susana Decibe, hizo saber su indignación ante estas críticas, por parte de quien “fue parte de nuestro equipo de gestión y compartía la visión y la política” (Clarín, 12/1/06).
Una vez kirchnerista, Filmus volvió a su propuesta como menemista, de “canje de deuda por educación”, o sea, privatizar. A renglón seguido, promovió una Ley de Educación Técnica para la “participación de las organizaciones empresariales en el proceso formativo”. Como broche de oro, Filmus redactó, junto a Yasky, la “nueva” Ley Nacional de Educación", que consagra la descentralización educativa menemista, la precarización laboral docente, la injerencia del clero y los subsidios a la educación privada.
Lejano Buenos Aires…
En su retorno a la Ciudad, Filmus está apadrinado por Alberto Fernández y por el Suterh de Víctor Santamaría, históricos puntales porteños de Menem y de Cavallo. Con ese pedigrí, decir que Kirchner ha reemplazado a un “derechista” (Scioli) por un “progresista” es casi un delito. La posición de Filmus es clara: “En la Argentina -dice-, tenemos un sistema de educación privada con subvenciones proporcionales a la cuota, y es una modalidad muy equitativa de transferencia de recursos públicos a la capacidad de los padres para elegir la escuela de sus hijos” (Página/12, 3/1/01). Es decir que casi no difiere de Macri. Cuando asumió como secretario de Educación porteño con Ibarra, planteaba “descentralizar la administración educativa a nivel de cada comuna (…), propiciando una mayor autonomía en las escuelas para que desarrollen sus propias estrategias educativas”. Suena muy cercano a las escuelas “charter” o concesionadas.
La candidatura de Filmus coloca a la Fuba, a la AGD-UBA y a todos los sindicatos docentes de la Capital ante la tarea de contribuir a una oposición política al privatizador de la educación, con carácter obrero y socialista.[/LEFT]