No me gusta, porque creo que fácilmente entraría en contradicción dos maneras de ver la política y la economía dentro del ámbito kirchnerista. Aparte de que bueno Boudou medirá con las viejas paquetas, pero es un tipo que sale de un sector que a mi particularmente no me gusta.
Perón salió de una miliqueada que le hizo un golpe al gobierno popular de Yrigoyen. El che venía de familia gorila y cheta.
Me quedo con el Boudou que gestionó muy bien el anses, recuperó los fondos de los viejos y renegoció soberanamente nuestra deuda externa más que con el “de donde viene Boudou”.
Sí pero bastante venida a menos, los parientes pobres de la oligarquía…
No quieras hacer pasar a perón como que venía de la alta burguesía para defender al impresentable de boudou. Nada más falso. Muy bien gestiona el anses por eso hay 450000 denuncias en contra, por eso hacen lo imposible para no pagarles a los viejos los juicios con sentencia favorable… Boudou viene de defender a Alsogaray, sí, a Alsogaray. Que vaya a cantar tangos este impresentable. Por suerte en capital el único que lo va a votar vas a ser vos.
Sí, el castigo para unos sí para otros no. Todos tienen tomuers en el placard, por eso lo importante es el rol actual de las personas y es acá donde Amadito gestionó de primera el anses obteniendo superávits de todo tipo, nacionalizando los aportes de los viejos cortándole el chorro financiero a unos vivos (clorín) y renegociando seriamente nuestra deuda externa.
Por eso tiene 450000 juicios en contra no? paguenle a los viejos delincuentes!!! Los aportes de los viejos pasaron de la caja de las afjp a la caja kaka.
lastima que los nacionalizo para bancar al politica K, xq a los viejos no se los devolvio:
Hicieron juicio y llevan años esperando que les paguen
24/04/11 En los Tribunales de Seguridad Social se acumulan 465.000 expedientes. Detrás de cada uno hay una historia de lucha y perseverancia. Reclaman que el Estado les ajuste sus haberes. Los testimonios. Jubilados que no se rinden
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HUGO MELO, 80 AÑOS: “ME DI TODOS LOS GUSTOS, PERO TAMBIÉN AHORRÉ. SI NO, NO PODRÍA LLEGAR A FIN DE MES SIN PEDIR PRESTADO”.
ESTER CARDOZO, 81 AÑOS: “ NOSTROS YA ESTAMOS DE VUELTA, PERO TENGO LA ILUSIÓN DE MORIR CON HABER HECHO REALIDAD EL ESFUERZO”.
Hace más de veinte años que Ester se jubiló. Bruno ya lleva treinta. Ella trabajó durante tres décadas operando los teléfonos de Entel. El llegó con poco a la Argentina de 1949 y no paró hasta tener su propia industria con más de cincuenta obreros a cargo. Sus historias no tienen mucho en común. Pero algo los ha reunido en una tarde gris de jueves Santo en la confitería La Continental de Liniers: los años, la burocracia y el olvido no les sacaron las fuerzas para seguir reclamando una jubilación que vaya de la mano con cada uno de los años trabajados .
Bruno Guagnini tiene 95 años. El tiempo no le robó ni el porte ni el acento que trajo de Italia. Tampoco la perseverancia. Inició un juicio contra el Estado reclamando una jubilación mal liquidada el mismo día en que vio el primer recibo. Y eso fue en 1982.
Desde entonces ha hecho una presentación tras otra pidiendo que le paguen una jubilación acorde con su último trabajo (director de empresa) y no como la que cobra (autónomo). “Hay gente que cobra jubilaciones de privilegio y ha robado, es vergonzoso, es denigrante lo que nos hacen”, se queja.
La Justicia lleva acumuladas 465.000 causas de jubilados que reclaman haberes mal pagados. El entramado previsional es tan complejo que hasta los propios especialistas se pierden en él. Y a ese laberinto judicial se suma también las nuevas demandas para exigir a la ANSeS que pague lo que la Justicia ya había ordenado pagar.
La abogada María Rita Valeiras, especialista en derecho previsional, se queja porque muchos de sus clientes tienen una sentencia favorable desde junio y todavía no han podido cobrar . “Se está jugando con una situación espantosa y la Justicia lo apaña. De la noche a la mañana se paró todo”, asegura.
Fue hace dos años, cuando se cansó de depender de su hijo para llegar a fin de mes, que Ester Cardozo se animó a iniciar juicio. Hoy cobra unos 1.600 pesos cuando tendría que estar casi en el doble . “¿Cómo puede ser que yo, que trabajé toda mi vida, no pueda sentarme en una confitería y tomarme un café cuando tengo ganas?”, se dijo entonces y se repite ahora.
Pero como si no tuviera bastante con la plata que no alcanza, la Justicia que no resuelve y el Estado que no paga, Ester se tropezó con un abogado estafador. Y después de escuchar durante dos años que el próximo mes llegaba el dinero, descubrió que ni siquiera tenía un expediente iniciado en la ANSeS.
Ester tiene 81 años, pero no se cansa. Se acercó a una asociación de jubilados –Movimiento Dignidad y Vida– y otra vez volvió a empezar. “Nosotros ya estamos de vuelta –dice–, pero tengo la ilusión de morir con haber hecho realidad el esfuerzo de tantos años”.
En Córdoba, la familia Alberto sabe bien lo que es un sistema que tiene mucho por abarcar. Desde hace cinco años, Fernando, jubilado de 84, reclama una reactualización. Trabajó desde los 18 y tuvo empresa propia, pero la jubilación lo encontró trabajando como chofer de camión. Aquel último recibo de sueldo está lejos, muy lejos, de los 1.046 pesos hoy cobra cada mes.
Susana Manetti es su nuera y también “vocera y gestora”: “Desgraciadamente, muchas veces la ANSeS y el PAMI no se ponen en el lugar de los viejos, y ellos no tienen todo el tiempo por delante para esperar”. Pero los Alberto también tienen una contracara para mostrar: pueden llegar a fin de mes con lo que cobra Rosario, la esposa de Fernando, gracias a la ley que permitió la jubilación de las amas de casa. “Nosotros estamos peleando por que a mi suegro le actualicen la jubilación –sigue Susana–. Si bien ha mejorado con este gobierno y no somos desagradecidos, sigue siendo magra y no alcanza para una vida digna”.
Hugo Melo brillaba como jockey hasta que se enteró de que en cada carrera su mujer se refugiaba en la iglesia a rezar por él. Fue entonces que prefirió seguir como cuidador. Después de todo, había empezado a trabajar a los 14 y si algo sabía en la vida era de caballos. Ganó más de 250 carreras, tuvo su stud, compró campos en Saladillo y un piso en Belgrano. Disfrutó de la vida, asegura, pero también ahorró. Ese dinero es el que hoy le permite vivir sin pedir prestado, mientras espera que, a los 80 años, se resuelva el juicio que empezó hace un año y medio.