Tenía hambre, como sabrá, es un largo viaje y estadía la que lleva ir a ver un partido, y dada la conocida economía actual del país, el comer afuera es un lujo que la mayoría no pueden darse, incluso si se trata de una simple hamburguesa de cancha.
En cuanto a haberla arrojado, dado el fútbol que nos tiene acostumbrados el River de Gallardo, cuando asisto a tal espectáculo entro en un estado de inconciencia y salvajismo temporal, ¿me explico? eh allí que en ese estado de inconciencia procedo a arrojar la valiosa banana a quienes en ese momento eran mis rivales deportivos. Pero en ningún momento tuve intención de discriminar a esto monigotes subdesarrollados intentos de persona.
Inimputable, saca del medio Saul.
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