Increíble: la final de la Supercopa de Mauritania se terminó a los 15 minutos del segundo tiempo porque el presidente del país se aburría con el partido.
[SPOILER]Parece chiste, pero en los países africanos la figura del presidente tiene un peso específico muy fuerte dentro de la sociedad, que en algunos casos trasciende el carácter humano y, por supuesto, con influencias en el deporte. El jefe de Estado de Mauritania tuvo una actitud que va más allá de toda lógica y que tuvo repercusión internacional.
Se jugaba la final de la Supercopa, entre el campeón de Liga, el Tevragh, y de Copa, el ACS Ksar. Pero el presidente del país, Mohamed Ould Abdel Aziz, se aburría con el partido, que iba empatado 1 a 1. Entonces, ¿qué hizo? Ordenó la suspensión, para evitar que fueran a los 30 minutos de alargue, y se definió directamente por penales.
Al momento de la orden, el árbitro paró el partido, lo que generó un desconcierto de jugadores e hinchas.
Desde la Federación intentaron negar que fuera así y que todo fue consensuado porque el jefe de Estado tenía que asistir a actos políticos por la independencia del país, y para los futbolistas las prioridad era recibir el trofeo de manos del presidente. Aunque nadie le creyó.
[/SPOILER]