Muy buen informe!!! Les comento que yo tenía 18 años cuando River jugaba de local en Huracán mientras se remodelaba el Monumental para el mundial 78; cuántos viajes a Parque Patricios me habré hecho para seguir a la máquina de Labruna!
Gloriosos tiempos en los que, tal como contaba el autor de este post, boquita intentó burdamente emular la gloria del Monumental con una quimera archipromocionada (Armando se paseaba con la maqueta por cada programa de tv, eventos sociales, revistas, etc, no se hablaba de otra cosa). Ya en esa época surgieron cuestionamientos de factibilidad técnica y financiera, acerca de los accesos viales al estadio y sobre todo el peligro de la endeble sustentación que ofrecían unos terrenos recién ganados al río. No obstante eso, se colocaron unos 600 pilotes de un total de 1200 que nunca se completó, más una tribuna de cemento de 30 mts de largo x 11 escalones, que contrariamente a lo que muchos suponen, no era parte del estadio sino una estructura de prueba. Esto lo confirma un informe del periodista Pablo Sirvén de La Nación, en ese entonces autor de una nota para la revista Somos (1979). Decía Alberto Sacone, gerente de Boca: “Esa tribuna fue levantada en forma experimental, para comprobar el grado de resistencia al agua y al calor”.
http://www.teaydeportea.edu.ar/archivos/presentan-el-nuevo-estadio-de-boca-jrs/
Cuando leí esa nota, hace un par de años, confirmó una vieja sospecha que tenía acerca de esta rara tribuna, construida en la isla Nº7, la que tuve oportunidad de visitar allá por 1986, en un ataque de curiosidad por conocer qué quedó del “gran estadio”. En efecto, se veía muy extraña porque la relación entre la altura y ancho de los escalones no parecía apropiada para una tribuna de un estadio. Cada escalón apenas se alzaba 10 cm y tenía un ancho de 40 cm. Algo no me cerraba ahí.
Otra inconsistencia que encontré eran los pilotes de sustentación ya colocados, que a simple vista se notaba que no cumplían con los requerimientos originales (de 50 cm de diámetro en los planos presentados por el arquitecto Carlos A.Costa y su equipo, pero de sólo 20 cm los que medí sobre el terreno). La distancia entre pilotes tampoco era la correcta a los planos originales, ni el radio que conformaba la distribución de los mismos, que tras haber medido el lugar me daba para un estadio de 30 mts de diámetro externo. Un disparate lo que veía. Ahora, y en vista de la información disponible, se puede decir que aquello no fue sino un campo de pruebas donde, a juzgar por los resultados, debió quedar claro para los ingenieros que no tenía caso gastarse fortunas en un estadio que en poco tiempo sólo serviría para la práctica de waterpolo.
Igual, para los bosteros, Armando seguirá siendo genio y figura, y la culpa de todo la tuvo la inflación y el rodrigazo. Que la inocencia les valga.
A quien tenga interés en conocer más del tema, le sugiero que use el link que posteé, donde podrán encontrar mucha data interesante sobre la gran estafa de nuestros pobres primos.
Para terminar, les dejo estas fotos del “gran estadio” que saqué en aquella visita:
Créanme, fue una odisea llegar al área 51 de Boca, atravesando una selva de yuyos de casi 2 mts.
Y así quedamos después de hora y pico de deambular sin saber dónde m*erda estábamos.
Saludos