Creo que si le querian meter mas chispa a la novela, habia que matarlos, ahora se va a poner piola. Andres le va a agarrar el ataque y le va a chupar un huevo la orden y va a ir con una metralleta y los va a cagar a tiros a todos. :lol:
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[li] Patricio Contreras: muerte en Vidas robadas, muerte en El elegido[/li][li] Tamaño texto[/li] Agrandar textoAchicar texto
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“Dar la vida por sus hijos”, parecería ser su lema. Así quedó demostrado en Vidas robadas y así se reflejó en su despedida de El elegido. Ayer Juan Miguez y hoy Alfredo Bilbao, y dos muertes totalmente injustas.
Es uno de los mejores actores de la pantalla y de eximio destaque en todos los trabajos que realiza.
En 2008 interpretó al padre de Juliana (Sofía Elliot) en Vidas robadas e hizo una dupla deliciosa con el personaje de Soledad Silveyra.
Pero, promediando la mitad de la ficción, la angustia de tener a su hija secuestrada y metida en una red de trata de blancas y a su mujer sufriendo a mares, lo sacó de eje y terminó matando a un proxeneta que se había burlado de sus “dos mujeres”.
En consecuencia, terminó encarcelado y al tiempo de estar ahí, fue asfixiado por su compañero de celda.
Una historia triste si las hay para un personaje de cuna más que humilde, buenazo como pocos, que terminó inmiscuido en un mundo perverso que le era totalmente ajeno.
Y algo similar le pasó ayer a Alfredo Bilbao, el personaje que interpretaba en El elegido y que fue asesinado junto a su mujer – María/Leonor Manso- por Oscar Nevares Sosa (Lito Cruz), el villano de la historia, y una especie de “padrino” de su hijo Andrés (Echarri).
En realidad fue quien lo eligió para que fuera el esposo de su protegida (Verónica San Martín/Leticia Brédice) y el que lo alejó, hasta hace un tiempo, de sus padres.
Pero ayer “el malo de la trama” decidió sacárselos de encima , y luego de secuestrarlos, los liquidó.
Patricio Contreras, entonces, en una clase de actuación increíble volvió a quedar a mitad de camino en una telenovela, en una final más que justificado por guión.
Su “Alfredo”, un obrero de ley, trabajador, digno y derecho, de pasado austero y familia también humilde como Juan, “pisó el palito” y quedó en medio de una feroz batalla que le era ajena.
Otra vez murió por defender a uno de sus hijos; antes por preservar el honor y descargar su estado de desesperación, y ayer pagando “el pato” por haberse enfrentado ferozmente a un poderoso sin ley al que le ordenó que dejara en paz a su hijo.
Acabo de ver la escena de la muerte de los padres de Andrés (me la perdí) y me encantó, al margen de que ahora estoy temblando como un papelito y tengo ganas de reventar a Oscar Nevares Sosa.
Brillante: la superposición de las escenas simultáneas, el discurso maquillado de Andrés y la crueldad de Oscar; la euforia del público y el miedo de María y Alfredo; la niña colapsando, y de fondo, bombos y platillos en un escenario y “cavalleria rusticana” agudizando, en el otro, lo terrible.
Aparte, con esto del asesinato de los padres, a oscar no solo le conviene para limpiarlos de la conspiración contra él, sino que le va a levantar el número de votos de Andrés, muchos por compasión, pero votos al fín.