Nadie tiene que morir, tienen que ser derrotados en sus respectivos gremios por elecciones directas de los trabajadores. Cambien el estatuto! basta de dirigencia eternas!
jojojo mira quien presenta un proyecto sobre eso littl querido
Moyano va por la democratización sindical
Este mismo Hugo Moyano que armó una alianza electoral con el dirigente más de centroderecha que había en el peronismo es el mismo que apadrinará dentro de quince días un proyecto con el que se pondrá a la izquierda de todos sus colegas: su eje será la democratización sindical y será presentado por su hijo, el diputado Facundo Moyano.
El líder cegetista ya había hecho ruido hace pocas semanas, cuando hizo atragantar a sus amigos al pronunciarse en contra de la reelección indefinida de los gremialistas. Pero ahora se propone ir más allá. Facundo, el joven dirigente de los peajes, impulsará un proyecto de ley que elaboran abogados como su hermano, Hugo Moyano (hijo), y Juan Manuel Martínez Chas, bajo la supervisión de papá Moyano, y promete entusiasmar más a las oposiciones combativas que a muchos dirigentes de la CGT Azopardo.
Aún no está definido si sólo permitirá dos o tres mandatos consecutivos, pero sí que incluirá un código electoral que derogará los impedimentos a los opositores para presentarse en las elecciones sindicales. Algunos estatutos consagran la “carrera sindical”, que es como exigirle a un aspirante a presidente de la Nación haber sido antes diputado: en el gremio lechero, por ejemplo, hay que haber sido dirigente del consejo directivo nacional o secretario de una seccional para integrar la conducción. Y en la UOM se obliga a ser o haber sido delegado. Otra cláusula casi imposible de cumplir, como sucede en la UTA, es la obligación de presentar listas de candidatos en todas las seccionales de un gremio si se pretende competir por la conducción nacional.
Además del respaldo político, Hugo Moyano les aportó a sus hijos el sorpresivo nombre de un asesor para que los ayudara a redactar el proyecto de ley: se trata nada menos que de Enrique Rodríguez, un experimentado abogado laboralista que colaboró con la CGT de Saúl Ubaldini y que luego fue ministro de Trabajo de Carlos Menem.
A través de la Juventud Sindical, Facundo Moyano incluso apadrina a gremios que pelean por la simple inscripción, como Jerárquicos de Comercio (que ya la logró) y Unión Informática, a la que el ministro Carlos Tomada se la sigue negando, en abierta desobediencia de la Justicia. El dipu-sindicalista, además, está muy cerca de dirigentes combativos como el delegado ferroviario de la línea Sarmiento Rubén “Pollo” Sobrero y los delegados de la línea 60 de colectivos, con los que sueña –y planifica– armar una oposición fuerte que, en el futuro, se imponga tanto en la Unión Ferroviaria como en la UTA.
El proyecto moyanista de democratización surge en respuesta al fallo de la Corte que, en junio pasado, diluyó el viejo modelo de reconocimiento estatal al gremio más representativo, a través de la personería. Hay dirigentes de la CGT Azopardo que están espantados porque creen que ahora se multiplicarán los sindicatos paralelos y miran con recelo la iniciativa de Facundo, pero es el cacique camionero el que le quita dramatismo al tema: cree que la mejor manera de asegurar el “unicato” sindical es con más participación de los afiliados. “La Justicia está resolviendo lo que deberíamos resolver nosotros”, dicen que afirma Moyano, convencido de que los estatutos proscriptivos expulsan a las oposiciones y favorecen la creación de organizaciones paralelas.
Para la CTA opositora, el proyecto del moyanismo propone un cambio limitado porque no apunta a modificar el corazón del modelo sindical argentino, que es el sistema de personería. “La crisis de representación no se resuelve cambiando al representante, sino dando más poder a los representados”, dice el borrador de la reforma de la ley de asociaciones sindicales, piloteada por el diputado Víctor De Gennaro.
Entre otros puntos, el proyecto de la central obrera opositora que lidera Pablo Micheli elimina la personería, pasa a la Justicia casi todas las atribuciones que hoy tiene el Ministerio de Trabajo de la Nación, crea un registro para los nuevos sindicatos y otorga el reconocimiento al gremio más representativo al solo efecto de la negociación colectiva, sin exclusividad.
Luego de la audiencia pública de agosto pasado, los muchachos ceteístas distribuirán 100.000 copias de aquel borrador para que pueda ser discutido por los trabajadores y se proponen presentar el proyecto definitivo con una importante movilización callejera.
En la oficialista CGT Balcarce, mientras, hay más preocupación que planes concretos. La semana pasada se definió que sus abogados armarán una ofensiva para neutralizar el fallo de la Corte Suprema, pero temen que un eventual proyecto de ley se les vaya de las manos cuando empiece a correr en el Congreso y quede dañado el modelo sindical que quieren mantener. Y, aunque muchos de sus dirigentes se preparan para subirse al dispositivo massista el día después de las elecciones de octubre, buscan sacar provecho, como sea, de la desesperación del Gobierno por captar más votos.
Por eso disfrutarán de su regreso a la Casa Rosada, el próximo jueves, para definir, junto con la Presidenta y los empresarios que forman la mesa de diálogo, una estrategia contra el trabajo en negro. Pero, sobre todo, se relamen esperando el fruto de sus gestiones ante la Superintendencia de Servicios de Salud: ese mismo día se anunciaría la suba del aporte de los monotributistas a las obras sociales, que hoy es de 95 pesos mensuales y, sostienen, ayuda a desfinanciar el sistema. Algo que piden infructuosamente desde hace un año y que sólo la necesidad electoral de Cristina, mágicamente, haría destrabar.
Moyano va por la democratización sindical
Conflicto de Impresores S.A.: la policía ingresó a la planta a “romper” una asamblea
Pilar.
20 de Setiembre de 2013
Luego de una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la provincia e innumerables audiencias el conflicto de Impresores – empresa ubicada en el Parque Industrial de esta ciudad- ha vuelto a fojas cero. La empresa ratificó el despido de Diego Miranda y rechazó todos los puntos reclamados por la comisión interna.
Ante esto los trabajadores resolvieron en asambleas masivas retomar la huelga general en ejercicio de su legítimo derecho constitucional.
En un acto de enorme gravedad una funcionaria de la fiscalía Nº 3 de Pilar acompañada de la policía ingresó hace unas horas a la planta para “romper” la asamblea aduciendo que se estaba violando el derecho de la empresa a producir libremente.
Los trabajadores repudian este hecho insólito y claramente antijurídico, denuncian el papel nefasto que viene jugando a favor de la empresa tanto la justicia como la policía (recordemos que ya sufrieron un desalojo de los portones por la guardia de infantería) y llaman a todas las organizaciones obreras y derechos humanos a solidarse.
El despido de Miranda, que se suma a los más de cincuenta del último año y medio, es parte de una campaña antisindical que incluye el hostigamiento a los delegados, descuentos salariales arbitrarios y la negativa a otorgar cualquier reivindicación.
Comisión Interna y trabajadores de Impresores S. A.
Sigue la huelga
IMPRESORES
“No quiero otra Interpack u otra AGR”. Con esta sentencia, Sebastián Recio, mandamás del directorio de Impresores, daba por concluida la última reunión con la comisión interna y alejaba la posibilidad de destrabar un conflicto que lleva casi un mes de huelga total, con piquetes dentro y fuera de la planta, choques con la policía, movilizaciones y cortes.
Pero la negativa de la empresa a sentarse a negociar el pliego de tres puntos -menos que mínimo- presentado por la interna no puede ocultar el rotundo fracaso de su política para quebrar la huelga.
La huelga sigue firme
Todo lo intentado hasta aquí concluyó en un fiasco; empezando por la temeraria maniobra de introducir policías a la planta para impedir que las asambleas hostigaran a los carneros. Recordemos que antes recurrió a la infantería para desalojar los portones de acceso.
La actitud firme de los trabajadores, que no se dejaron intimidar por la orden del juez Ceballos -plagada de irregularidades- y las denuncias penales que interpusieron contra él por abuso de autoridad, convencieron a la patronal de que había que recular. La presión de los activistas contra el sector que no se plegó a la huelga fue tal que, además de desistir de poner en marcha algunas máquinas, muchos anunciaron su decisión de renunciar a la empresa.
Los piquetes impidieron también el movimiento de los camiones (el sector de logística, encuadrado en camioneros, mostró una completa simpatía con la lucha pero fue impelido a trabajar por su sindicato). Luego de esto, la empresa resolvió licenciar por tiempo indefinido al personal no incorporado a la medida y dejar la planta en manos de los huelguistas.
Desde ese momento, salvo por unas cartas de intimación que fueron rechazadas, la patronal se dedica a “resistir”. Un comunicado difundido en las carteleras dice que “los puestos de trabajo están a disposición de todos para el momento que deseen reincorporarse”… aunque “no se abonarán horas caídas ni premios”.
Las repercusiones del conflicto
Aunque no ha logrado hasta ahora difusión nacional, el conflicto impactó mucho en los medios locales, y lo mismo la agitación desarrollada con volantes y pintadas en toda la zona.
El acto solidario que se realizó frente a la planta con la participación del Sutna de San Fernando, el Sitraic y decenas de comisiones internas, además la marcha hacia las oficinas de la Cepip (cámara empresarial del parque) tuvieron mucha repercusión entre los trabajadores, y sobre todo entre las patronales que temen un nuevo bloqueo. Luego del corte de Kromberg, la Cepip reclamó a la Justicia más celeridad para intervenir en casos similares.
Un plenario para borrarse
Quien no volvió a mostrarse, luego del fuerte encontronazo que sufrió con el activismo, es el sindicato. Incluso un plenario de la lista Verde dedicó la mitad de su temario al conflicto, con el propósito de explicar a su propia base por qué no participaba. Además de las consabidas diatribas contra la Naranja y los “troskos”, el secretario de organización expuso una versión completamente deformada de las cosas. Dijo, por ejemplo, que el gremio nunca había sido consultado, cuando participó de todas las audiencias (cerca de diez); atribuyó la huelga a un reclamo salarial -como si eso fuese un pecado- cuando, en realidad, es por un despido, y criticó con “dolor” la división que se había generado entre los trabajadores de Impresores.
Pero toda la preocupación de la interna estuvo dirigida a unificar el taller; o, mejor dicho, a superar la atomización en que lo dejó la gestión de la anterior interna ligada a la Verde. La unidad es lo opuesto a la uniformidad paralizante; la unidad que sirve al movimiento obrero es la que se forja en la lucha por objetivos comunes. Visto así, el avance del taller en estos escasos meses ha sido extraordinario.
En resumen: todo lo que dijo la directiva fue simplemente una excusa para “avisar” que el sindicato se borraba: ninguna novedad.
Adónde va el conflicto
Contra los pronósticos pesimistas, la huelga sigue muy alta. Pasó el cambio de mes y las especulaciones sobre un levantamiento para no perder otra vez el presentismo (que representa un porcentaje importante del ingreso), que esperanzaban a la patronal, no se verificaron. La empresa no admite negociar con las medidas en pie y los trabajadores no parecen dispuestos a concederle otro cuarto intermedio. Así está este inmenso conflicto por estas horas.
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El balance del conflicto, por sus delegados
IMPRESORES
Entrevistamos a Walter Galiano y Nahuel Cañete, delegados de la Comisión Interna de Impresores, que vienen de protagonizar una enorme lucha contra el despido de un activista, contra la persecución sindical y otros reclamos pendientes. La lucha de los trabajadores de Impresores se extendió por más de 30 días llevando a cabo diferentes medidas: una huelga general de 20 días con piquetes dentro y fuera de la planta, el bloqueo del Parque Industrial de Pilar y el corte de la Panamericana. Luego de esta última acción el Ministerio de Trabajo “impuso” una conciliación voluntaria con el pago de una parte sustancial de los días caídos y un cronograma de negociación sobre los diversos temas.
-¿Cómo se dio este conflicto?
N.C.: Nosotros empezamos el 15 de marzo, ganamos la interna luego de dos años de la lista verde del sindicato, y nuestro primer objetivo fue terminar con los despidos; veníamos de 60 en un año. Queríamos frenar eso, pero apenas asumimos la empresa empezó con la persecución.
W.G.: Lo más grave fueron los descuentos con que empezaron a atacar a la interna, como para tratar de quebrarnos. Apenas nos corríamos del puesto de trabajo nos mandaban cartas documento. Llegamos a cobrar el 10% del sueldo. Y también apretaban a los compañeros. Ahí, nosotros empezamos a impulsar reuniones con el activismo, hicimos movilizaciones y audiencias con el Ministerio de Trabajo.
-¿Qué medidas tomaron para llevar adelante el conflicto?
WG: también votamos que el sindicato haga la denuncia (cosa que tardó un mes y medio) y nos movilizamos al ministerio. Aunque nunca nos dio una solución a nada, siempre se puso a favor de la empresa.
Luego de un corto tiempo, en el que cesaron los despidos, la empresa despidió a uno de los principales activistas, Diego Miranda, y ahí la gente se dio cuenta que teníamos que hacer algo para revertir esta situación. Así llegamos al paro.
NC: También realizamos un acampe. Luego, ante la falta de respuesta, cortamos la entrada al Parque Industrial de Pilar. La última medida que realizamos, que logró hacer más público el conflicto, fue el corte de la Panamericana, con más de cien compañeros de la fábrica, más las internas y agrupaciones que apoyaron.
-¿Cómo cambió el ánimo dentro de la fábrica?
NC: El activismo fue creciendo de a poco; la gente al principio se centraba en reclamar aumento. Pero nosotros decíamos: de qué valía pelear sólo por un aumento si al poco tiempo te pueden despedir. A las primeras reuniones venían sólo algunos, y ahora tenemos asados de más de 100 compañeros. Todos están comprometidos con la lucha y eso es lo más importante para nosotros.
-¿Qué rol jugó el sindicato en el conflicto?
WG: No han apoyado ninguna medida votada en asamblea por los trabajadores. Incluso a nosotros se nos hace muy difícil conseguir los permisos gremiales que por convenio nos corresponden.
NC: Creo que un sindicato debería festejar que los trabajadores estén en pie de lucha defendiendo sus derechos; pero no hicieron nada por el paro. Su único rol fue acompañarnos a las audiencias, y siempre aclarando que no apoyaban las medidas.
-¿Qué papel jugó la Agrupación Naranja?
WG: Cuando ya había comisión interna Verde, los compañeros planteaban que con la Naranja sería otra cosa. Los resultados están a la vista.
NC: Siempre tuvimos su apoyo, su organización y su asesoramiento desde el principio, como también de los compañeros del Partido Obrero… ellos cumplieron el rol ausente del sindicato; siempre estuvieron, y estamos muy agradecidos porque los frutos, como decía Walter, están a la vista.
-¿Qué perspectiva se abre ahora, después de haber organizado al taller, y luego de esta gran lucha?
NC: El objetivo que tenemos como siempre es seguir organizando el taller, seguir fortaleciendo la unión de los compañeros. Ahora se abrió una instancia de conciliación, pero los reclamos están vigentes: la reincorporación de Diego, que se terminen la persecución y los descuentos. Estamos pidiendo micros, categorizaciones… la lucha sigue.
Esta UTPBA no va más
Necesitamos un verdadero sindicato
La suspensión de las elecciones en la UTPBA fue un gran triunfo de la Lista Multicolor contra el fraude escandaloso organizado por la burocracia que ocupa los sillones en nuestro sindicato. El llamado a nuevas elecciones para el mes de marzo del año próximo por parte de esta misma burocracia, es una maniobra orientada a reiterar el fraude y a usurpar el triunfo logrado en el terreno judicial por la rebelión de los trabajadores de prensa contra una conducción corrupta, vaciadora del sindicato, usurpadora, y que quiere seguir controlando el gremio exclusivamente en beneficio de sus intereses. El intento de la burocracia es manejar las próximas elecciones con la misma impunidad con la que llevó adelante el proceso comicial hasta su suspensión por parte de la justicia. Con una junta electoral adicta, que le permite manejar a su gusto los padrones y toda la actividad y el control de los comicios y con padrones truchos -que no permiten controlar- que contienen miles de afiliados que no pertenecen al gremio.
Esto no se puede permitir. Los que armaron el fraude no pueden ser los que vuelvan a tener en sus manos el manejo de las elecciones. No se pueden realizar los comicios con un padrón trucho que es, claramente, un factor central de la trampa. Y esta dirección ilegal, usurpadora, odiada por los trabajadores de todo el gremio, no puede seguir manejando la UTPBA durante seis meses más. El gremio verdadero, el de los trabajadores, repudió el fraude y a la burocracia en masivas asambleas realizadas en Atlántida, Perfil, Radio Nacional, Tiempo Argentino, Clarín, BAE, Página/12, Canal 13, Infonews, Revista 23 y Telefé, entre otras empresas y a través del cuerpo de delegados que hoy integran más de cien compañeros de toda la rama gráfica, la interradial y sectores de la intercanal, es decir de prácticamente la totalidad de los trabajadores de prensa.
Se tienen que ir
La burocracia debe dejar los sillones del sindicato. La conducción debe pasar a manos de una comisión provisoria designada por el cuerpo de delegados. La junta electoral debe estar integrada en forma paritaria por representantes de las listas que se presentan. Debe formarse una comisión especial, elegida por el plenario de delegados con el aval de las asambleas de las empresas, para investigar a los responsables del fraude y aplicarles las sanciones que correspondan. Debe confeccionarse un padrón que sólo incluya a los trabajadores de prensa. Estas son las condiciones mínimas para que haya elecciones limpias y democráticas. No se puede permitir que los usurpadores sigan en la conducción del sindicato, vaciándolo, destruyendo hasta sus raíces a la obra social, bloqueando la organización colectiva, impidiendo el funcionamiento del cuerpo de delegados y una intervención como gremio en los conflictos que viven los compañeros en las empresas.
Desde La Naranja opinamos que si estas condiciones no se cumplen no podemos avalar un nuevo fraude para que la burocracia se perpetúe en los sillones y nos siga dejando sin organización sindical. Somos partidarios de formar un nuevo sindicato, de los trabajadores, independiente del Estado, de las empresas y de los partidos patronales. Que tenga un funcionamiento democrático, basado en asambleas y en el cuerpo de delegados, con representación real de las minorías y que esté al servicio de la defensa de los intereses de los trabajadores de prensa.
Lista Naranja de Prensa (7/10)
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AVELLANEDA
Trabajadores de una curtiembre fueron desalojados y se movilizan en defensa de sus fuentes de trabajo
Los trabajadores mantenían ocupada la Curtiembre Becas desde hace tres meses, intentando evitar su vaciamiento, y señalaron a los directivos de la empresa como “los responsables de dejar en la calle a más de 50 familias”.
La planta, ubicada en las calles Madariaga y Mansilla, en Sarandí, empleaba a 70 trabajadores que desde hace tres meses mantenían la planta ocupada para evitar su vaciamiento.
Los trabajadores de la empresa afirman que los problemas se arrastran desde hace meses y señalaron a sus directivos, el vicepresidente Néstor Castro y su esposa, María Laporte, como “los responsables de dejar en la calle a más de 50 familias”.
Esta mañana, por orden del juez de garantías Luis Garzoglio, la policía procedió a desalojar la planta procesadora de cueros. A pesar de ello, los trabajadores decidieron permanecer en sus puertas a la espera de una solución definitiva.
En diálogo con Télam, el delegado de los trabajadores, Jorge Loto, aseguró que las conversaciones estaban encaminadas, “incluso este viernes 1º de noviembre había una audiencia en el Ministerio de Trabajo de La Plata. Nosotros queremos que se nos pague lo adeudado y que haya una solución definitiva, sea trabajando en la empresa o armando una cooperativa”.
“Es preocupante que un empresario que posee una imbobiliaria en Estados Unidos, departamentos en Puerto Madero, varias empresas en el país y que vive en uno de los country más caros de la zona, sostenga que no tiene plata y la justicia avale que nos dejen en la calle”, agregó Loto.
Los trabajadores se movilizarán mañana, miércoles 30 de octubre a las 9 al Polo Judicial de Avellaneda, para solicitar una solución al conflicto.
El sindicalismo prepara una ofensiva salarial
Las centrales obreras opositoras lanzarán una fuerte ofensiva, que incluye una movilización a la Plaza de Mayo que se haría el 20 de noviembre, para compensar los salarios ante la escalada inflacionaria mediante la reapertura de las paritarias o un bono navideño de 2.000 pesos. Con el mismo fin, la izquierda exigirá un doble aguinaldo. Algunos ganaron y otros perdieron en las elecciones, pero todos se proponen lo mismo: recuperar la iniciativa para hacerse fuertes desde la agenda sindical.
Lejos del diagnóstico surrealista de la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila Colombo, que había afirmado que “los problemas inflacionarios no son tales”, para la mayoría de los sindicalistas el panorama es alarmante: los precios suben sin control, se habla de un inminente ajuste de las tarifas de los servicios públicos, los convenios salariales fueron negociados con un tope oficial (de entre el 22 y el 24%) que ya quedó desactualizado y en algunas actividades (como en la industria metalmecánica radicada en Córdoba y Santa Fe, por ejemplo) hay empresas que amenazan con despidos, suspensiones, recorte de horas extras o vacaciones anticipadas.
Por eso puede transformarse sólo en una foto el sugestivo encuentro que mantendrán el sábado próximo Moyano y Antonio Caló, titular de la CGT kirchnerista. Ambos hablarán en un encuentro organizado por la Comisión de Pastoral Social de la arquidiócesis de Buenos Aires, cuyo responsable, el presbítero Carlos Accaputo, hace largo tiempo que, en nombre del papa Francisco, está fogoneando la unidad sindical.
Pero parece imposible: Moyano quiere convertirse en el símbolo de la resistencia al “ajuste económico que ya se está produciendo” (la mejor forma, además, de recuperarse de la debacle electoral) y Caló no afloja en su ultraoficialismo sin fisuras: “Nosotros tenemos que acompañar como trabajadores al gobierno para que llegue a buen puerto”, insistió ayer a Diario Popular (aunque allí sorprendió al confesar que “los gremialistas somos pendulares: un día estamos con uno, otro día estamos con otro”).
Será difícil la reunificación sindical hasta que no haya consenso sobre qué tipo de CGT quiere cada sector. Un indicio nada prometedor lo dio, la semana pasada, la central que conduce Caló: además de ratificar que seguirá fiel a Cristina Kirchner, definió una agenda de reclamos que está encabezada por “la defensa del modelo sindical” y “la devolución de los fondos de las obras sociales”. Es decir, apuesta a mantenerse pegada al Gobierno para preservar su estructura política y económica.
Las próximas horas serán clave para la movilización a la Plaza de Mayo. Hoy estará en discusión entre los gremios de la CGT Azul y Blanca, que dirige Luis Barrionuevo. Y mañana será debatida por Moyano y el consejo directivo de la CGT Azopardo, y, en forma casi simultánea, por unos 200 delegados que integran el confederal de la CTA disidente. Como el jefe de esta fracción ceteísta, Pablo Micheli, se someterá el martes 26 a un transplante de riñón para superar las secuelas de su enfermedad autoinmune, se descuenta que los delegados del confederal aprobarán la marcha para el día 20. De paso, llamarán a elecciones para fines de mayo, en donde la lista de Micheli, que aspira a su reelección, se enfrentaría a una que presentaría el Partido Obrero.
Alineada con ese partido, la Coordinadora Sindical Clasista resolverá pasado mañana una campaña en favor del doble aguinaldo para afrontar el alza del costo de vida, e invitará a sumarse a sus socios del Frente de Izquierda. En este sector creen que existe una gran oportunidad para que el crecimiento en las urnas se traslade a los gremios. Se basan en algunos números llamativos: la lista que encabezó Néstor Pitrola le ganó a la de Moyano y Francisco De Narváez en 20 de los 24 partidos del conurbano.
Para el PTS, el partido trotskista que más crecimiento tuvo en comisiones internas de fábricas importantes, el barómetro de su inserción sindical serán las elecciones de delegados en Mondelez (ex Kraft), un símbolo para la izquierda luego del traumático conflicto de 2009. Allí, el 15 de noviembre, el militante del PTS “Poke” Hermosilla buscará su reelección en una lista que incluye a independientes y que se enfrentará, hasta ahora, a una nómina peronista y a otra de la izquierda maoísta.
Lejos de la izquierda, Sergio Massa parece decidido a imponer su propia agenda y acelera el ritmo. Se reunió a solas con Facundo Moyano, noticia que irritó al papá de éste, Hugo, a quien el intendente de Tigre envía mensajes, pero sigue sin llamar después de su triunfo electoral. Pasó para el domingo 17 el acto en el que convocará a la unidad sindical (e insinuará el final de la reelección indefinida) ante dirigentes de segunda y tercera línea. Y sabe que la ofensiva del eje Moyano-Micheli-Barrionuevo puede incomodarlo: así como tomó la iniciativa con su propuesta sobre Ganancias, Massa se resigna ahora porque cree que no se puede plantear una consigna general para recomponer los sueldos y que cada gremio debería tratar de evitar la erosión inflacionaria.
Seguramente preocupado por la frágil situación socioeconómica, o por el futuro de su proyecto, el líder del Frente Renovador auspicia contactos reservados entre gremialistas y empresarios, quizá apostando a convertirse en el gestor de un pacto social en las sombras. O en el garante de la paz social que le costará mantener a Cristina Kirchner.
El movimiento obrero después del 27
DOBLE AGUINALDO Y REAPERTURA DE PARITARIAS
A la burocracia sindical no le fue bien en las elecciones. Los más expuestos, Venegas (1,6% en la provincia de Buenos Aires) y Barrionuevo, que se presentó como diputado en Catamarca, no entraron a pesar del descomunal uso de recursos de los obreros rurales y de los gastronómicos.
Uno es el referente de las menguadas 62 Organizaciones y el otro de la CGT Azul y Blanca.
Con todo, el sapo más grande fue el de Moyano, que no pudo garantizar el voto camionero y mucho menos de su CGT a De Narváez. La lista del “Colorado”, integrada personalmente por Moyano, perdió con el Frente de Izquierda en 24 de los 28 distritos del conurbano. En la general, quedamos a 40 centésimos. Jorge Mancini, del Ceamse, no pudo revalidar como diputado provincial, mientras el Frente de Izquierda entró con su banca por la tercera sección. Toda la demagogia alrededor de las reivindicaciones obreras del moyanismo opositor al kirchnerismo quedó sepultada en la campaña de mano dura de De Narváez.
La CGT Balcarce consagró un diputado, Oscar Romero, de Smata; y los “gordos”, a Héctor Daer en la lista sábana de Massa. El voto a Massa fue muy importante en el movimiento obrero, pero como canal para derrotar al gobierno, en absoluto por los sindicalistas que integraron su lista. La escuálida cosecha de la vieja burocracia sindical ha mostrado que su desprestigio es punta de lanza en el retroceso de fondo del peronismo en general y entre los trabajadores en particular. El kirchnerismo no construyó una corriente política en el movimiento obrero, y apenas pudo profundizar la atomización de la vieja burocracia mediante el uso inescrupuloso del Ministerio de Trabajo y de los fondos sustraídos a las obras sociales.
A la representación política del michelismo le fue peor. No pasaron las Paso en la provincia, y Dellecarbonara y Altamira duplicaron y quintuplicaron los votos de sus candidatos a senador y diputado, respectivamente, en la Capital. La “construcción” Binner 2015 con la que lanzaron su campaña desde Racing, como izquierda de la centroizquierda, se ha fundido como alternativa política para los luchadores. Los dirigentes del sector estiman que la mitad de los votos de sus “militantes” se fueron con Massa y la otra con el Frente de Izquierda en provincia, donde la dirección se abstuvo de definir a quién votar. Esto fue todavía más grave que quedar afuera de las Paso.
La elección del Frente de Izquierda tiene, probablemente junto a la juventud, su mayor vertiente social de votos en el movimiento obrero, naturalmente también en especial en sus jóvenes (véase el artículo de esta edición). Es el resultado de un proceso profundo, que tuvo un gran capítulo en la lucha por la cárcel de Pedraza y la puesta en la agenda nacional de la cuestión de la tercerización laboral, pero que abarca la iniciativa permanente en todos los procesos de lucha y reorganización de la vanguardia obrera.
En el día después del 27, las diversas alas muestran sus limitaciones. Balcarce se centra en la unificación para “defender el modelo sindical y los fondos de las obras sociales”, lo cual es directamente una autodefensa de casta. La burocracia opositora tendrá que reponerse de los resbalones para retomar alguna iniciativa en torno de reivindicaciones que abandonó por completo desde el gran paro nacional del 20 de noviembre.
Nadie como el Frente de Izquierda colocó las reivindicaciones obreras: salario equivalente a la canasta familiar, 82% móvil, pase a planta de precarios, abolición de ganancias en los salarios, derogación de la ley del unicato sindical, al tope del programa electoral. Por ello la elección prepara las condiciones para colocar al clasismo a la ofensiva en el movimiento obrero.
No hay de parte de la burocracia sindical el menor concepto en torno de enfrentar la salida de ajuste que significa la espiral inflacionaria, la devaluación en marcha y los aumentos de tarifas que debutaron con el subte. Para nosotros, en cambio, ha sido un eje de paciente explicación y clarificación durante toda la campaña. Massa “piensa” en la reunificación de la vieja burocracia, pero debería hacerlo en torno a un pacto social que hasta 2015 sólo podría convocar un debilitado gobierno K.
Ahora, corresponde poner al clasismo con todo, como lo hicimos en torno a ganancias y otras reivindicaciones durante el año, en el rumbo de una campaña por el doble aguinaldo y la reapertura de paritarias, cuando la inflación alcanza un ritmo del 2% mensual y, por lo tanto, más del 30% anual, ante paritarias pasadas muy inferiores, y no hablemos entre los trabajadores estatales. Otro aspecto es el apoyo decidido a todas las luchas contra cierres: Cedinsa, Icona, Curtiembre Becas y otros, derivadas de la desorganización económica reinante.
La Coordinadora Sindical Clasista discutirá el balance electoral como plataforma de lanzamiento de una campaña por el doble aguinaldo y la reapertura de paritarias, impulsando plenarios de delegados con mandato fabril y asambleas de gremios que discutan estos puntos cruciales. Al mismo tiempo, trabajamos en nuevas agrupaciones y listas para continuar el proceso en marcha de recuperación de cuerpos de delegados.
El clasismo se organiza y sale con un plan de lucha a las calles!
El clasismo sale a enfrentar el ajuste del gobierno nacional!!
La inflación plantea un plan de conjunto del movimiento obrero
Todos el 29, con el plenario clasista del Sutna San Fernando
Un año después del formidable paro nacional del 20 de noviembre, la necesidad de un plan de lucha del movimiento obrero se ha multiplicado. Después del 27 de octubre, la inflación ha trepado a cifras del orden del 30% anual, con picos de 35% en alimentos. Ese es el rubro que castiga más fuertemente a los salarios de la mitad de la clase obrera, la que gana de 4 mil pesos para abajo.
Pero los convenios que sí tuvieron paritarias también están siendo devorados: sus cuotas están en el orden del 24% punta a punta, muy lejos de la realidad. Otro aspecto que golpea fuerte en el proletariado mecánico y siderúrgico y en la mayoría de las ramas industriales es la caída de las horas extras.
Los mecánicos del Smata, sometidos a un régimen de extras permanentes que disimuló la miseria de las paritarias de Pignanelli, soportan una caída vertical del salario de bolsillo. Atrás de ellos, están todas las ramas metalúrgicas y plásticas de la industria subsidiaria.
Si no hay una ola de huelgas salariales por abajo, ello se debe en buena medida a la caída de la actividad, que es también fuerte en la industria gráfica y especialmente en la rama editorial. Un caso que retrata la actual situación del movimiento obrero es el de los periodistas de Perfil, que pararon por ocho compañeros despedidos -reincorporados provisionalmente tras el paro- y enseguida salieron a reclamar aumento salarial y/o compensación de fin de año.
Caló, Yasky y Palazzo fueron dócilmente a escuchar de Capitanich el pedido de “previsibilidad”, cuando el costo de vida está más “imprevisible” que nunca. Massa fue a España a copiar cómo entregar al movimiento obrero mediante un Consejo Social. Moyano amagó con movilizar el 20 y, tras su reunión con Massa, dejó a Micheli colgado del pincel. Barrionuevo sintonizó en la misma onda. La burocracia sindical, aún atomizada y sin superar sus divisiones, ha entrado en un operativo de contención del movimiento obrero.
Quieren sacar de la calle a los trabajadores, para impedir que éstos irrumpan en la crisis nacional como una fuerza autónoma. Moyano y compañía le tendieron a Cristina la mesa para realizar una reorganización de gabinete con “paz social”. La Iglesia se redobla en convocatorias al “consenso” del mismo carácter. En tanto, en las provincias y municipios se multiplican los impuestazos. En el transporte, el aumento en el subte disparará más temprano que tarde el tarifazo en el resto del transporte, mientras arrecian los aumentos de combustibles.
Los reclamos por gremio de adicionales de fin de año son paliativos de esta situación, que exige una política de reapertura general de paritarias. Cavalieri pide algo para los súper; Daer, para algunos pulpos alimenticios. Así, pretenden cortar por rebanadas al movimiento obrero.
En forma aislada, ante la presión de las bases y la formidable huelga docente de Chubut, el Frente Gremial Docente de la Provincia de Buenos Aires ha planteado la reapertura de paritarias. Lo mismo Uatre, la primera víctima de los topes salariales 2013. Aceiteros reclama un mínimo de 9.500 pesos. Bancarios deja pasar la desvalorización de su paritaria mediante un bono preacordado para noviembre, cuando los bancos tuvieron año récord de ganancias; ahora, deberían puntear la primera paritaria con un mandato recogido en asambleas de bancos.
Está planteada una acción de conjunto del movimiento obrero. El doble aguinaldo tiene sentido en el marco de un programa defensivo frente a la inflación: mínimo equivalente a la canasta familiar, reapertura de paritarias, actualización trimestral mediante un índice bajo control de las organizaciones obreras. Más que nunca, abolición del impuesto al salario. Apertura de libros de las empresas que declaran crisis. Y, al mismo tiempo, reparto de horas sin afectar el salario ante despidos y suspensiones, y ocupación de toda fábrica que cierre.
En el plenario de delegados metalúrgicos de la Capital, Caló fue a frenar y recibió reclamos salariales de los delegados fabriles. El Sutna San Fernando firmó un petitorio masivo en Fate por la reapertura de paritarias. Las victorias clasistas en la alimentación, en varias metalúrgicas y gráficas, el avance en las siderúrgicas, las grandes huelgas de Impresores y Cerámica Lourdes, están marcando tendencias en el movimiento obrero. Tenemos que responder con un programa y con el impulso a asambleas fabriles y plenarios de delegados con mandato.
Es el camino que tomó el combativo plenario del clasismo convocado por el Sutna, tras los avances electorales del Frente de Izquierda, que marca una ruta para los gremios de las cinco centrales sindicales.
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Nada, la lista Multicolor que integramos en el gremio docente de capital ADEMYS ganó la conducción del sindicato. El clasismo avanza!
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RESULTADOS de la elección en ADEMYS
En el día de ayer 29 de Noviembre, se realizaron las elecciones para elegir los representantes del Consejo Directivo y Comisión Revisora de cuentas de nuestro sindicato.
El Frente MULTICOLOR lista nro 15 obtuvo 489 votos (52 % de los votos emitidos), el Frente UNIDAD DOCENTE lista nro 1 obtuvo 444 votos (47% de los votos emitidos).
Por lo tanto el nuevo Secretario General de nuestro sindicato es el compañero Jorge Adaro.
En los proximos días se asumirán los diferentes cargos del consejo directivo, como lo establece nuestro Estatuto, en forma proporcional por el sistema D’ont.
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Vamo vamo a la plaza… (8)
El colmo de un “marxista”: Kicillof deberá lidiar en Economía con una gremial trotskista
Un frente integrado por sindicalistas enrolados en Izquierda Socialista, Partido Obrero y el PTS, todos del FIT, ganaron las elecciones de comisión interna de ATE en el Palacio de Hacienda, desplazando a la conducción kirchnerista de la gremial.
A poco de asumir, el ministro de Economía, Axel Kicillof, tendrá un curso acelerado del marxismo que a él mismo le atribuyen, al menos en su variante sindical. Bajo sus propias patillas, una lista de delegados encabezada por militantes de las tres fuerzas que integran el Frente de Izquierda, (Izquierda Socialista, PO y PTS) ganó las elecciones de comisión gremial interna en el Palacio de Hacienda.
Por 157 votos contra 98, la fuerza que llevó como candidato a secretario general a Pablo Almeida, de IS, derrotó a la lista que lideraba el actual cuerpo de delegados, de filiación kirchnerista.
El triunfo de Almeida expresa, de alguna manera, una suerte de revancha familiar contra el Gobierno: Pablo es hermano de Marcela Almeida, también de Izquierda Socialista, despedida del INDEC bajo la intervención de Guillermo Moreno, y que pelea su reincorporación mediante fallos judiciales que han ordenado que sea repuesta en su trabajo. Es, además, futura legisladora porteña cuando rote su banca con Marcelo Ramal del PO, que accedió al cuerpo en las pasadas elecciones legislativas del 27 de octubre.
Fuentes cercanas a la lista de izquierda consideraron que el triunfo está muy relacionado con el “destacado papel” que tuvieron en la pelea que vienen llevando adelante los trabajadores de la Secretaría de Hacienda contra el quite de un plus que sufrieron hace dos años, y que generó paros y distintas medidas de fuerza.