Hola, River, ¿cómo Andas? No, no me digas nada. Ya sé, estás moribundo, todo embarrado, enchastrado por aquellos que te saquearon, te vaciaron, te escupieron y te llevaron a la miseria. No, no me mires así. Ya sé que estás viejito. Que ya llevas 110 años en el lomo, que este golpazo parece ser letal. Pero, no vení, escúchame…
Vos y yo sabemos que en tus años mozos, cuando vestías galera y bastón y tu salud era de fierro, dabas cátedra. Que no había equipo en Argentina que llegará, si quiera, a los talones, que en vos jugaron los mejores jugadores de este país. Que en tu estadio, ese que hoy luce arrasado por la impotencia, la bronca, y, porque no, el desconsuelo de algunos de tus hijos, jugó la Máquina, jugó Don Alfredo, jugó Angelito, Jugó el Beto, jugó el Enzo.
Que en ese Monumental (¡qué linda casa que tenés por favor!) que hoy luce lleno de palos de butacas de madera, inundado por el agua de la infame represión, regado por el llanto de tus hijos, se dieron 33 sí, querido River, 33 vueltas Olímpicas, que levantaste dos veces la Copa Libertadores, que te cansas de humillar rivales, de hacerlos morder el polvo, ese polvo que hoy cruelmente te visita.
Sí, ya sé, me mirás con lágrimas en los ojos, con el ropaje hecho harapos, con astillas de vidrios rotos por todo el cuerpo y pensás que es el fin. Pensás que nunca vas a volver a ser lo que eras. Sí, en esta te doy la derecha, este es un golpazo, algo que recordarás por siempre, ¡pero no te me caigas viejo!
Vos sos River. VOS SOS RIVER. El campeón del Siglo XX, el que ninguno podrá alcanzar (Sí, por más que te quedes uno o dos años visitando a otros equipos), el de la gloriosa banda roja, el que más jugadores le dio a la celeste y blanca, la casa Blanca del fútbol Mundial. No, no llores. Ya sé que te hicieron mucho daño.
Esta parte es fenomenal. Casi que me puse a lagrimear. Hice una nota en fb yo tambien. Espero que no te moleste.
27 de junio de 2011.
A mi querido Club Atlético River Plate:
Ayer, domingo 26 de Junio de 2011, estuve en el Monumental, como vengo haciendo desde hace 51 años. Comencé yendo a los quince años con mis hermanos mellizos, dos años mas chicos que yo. Nos ibamos con una bolsa de papel madera que nos preparaba mi madre, con sandwiches de milanesa y tortilla de papas para aprestarnos a ver la tercera, le reserva y finalmente la primera de nuestro admirado River. Previamenta y durante la semana recorriamos las imprentas de la zona para repartir papelitos entre los hinchas de la San Martín alta (que en esa época era tribuna) junto con la gorda Matosas que nos ayudaba en la tarea y que contaba en esa época con las críticas del gordo Muñoz.
No quiero extenderme demasiado. Solo quiero decirle a quien reciba este mail que se lo traslade a la actual comisión directiva y si fuera posible a Daniel Passarella. Quiero decirles que me hicieron vivir uno de los peores momentos de mi vida con el agravante de que tranquilamente se podría haber evitado.
Todo lo que pasó y está pasando, como lo dice y lo sabe todo el mundo se debió al “desmanejo” dirigencial de los últimos seis años.
El delincuente de Aguilar nos robó, pero lo que nos robó fue solamente plata por lo que se lo investigará y deberá responder con su patrimonio y su vida en libertad. Lo peor es lo que nos robó Passarella, que por ser un bostero maloliente, contrató a un técnico que no es técnico sino un ex jugador cuyo último año de su campaña profesional vistió todos los domingos la camiseta de los malolientes. Juntos se aliaron para robarnos mis 51 años de ir a ver a River con todo micariño y toda mi pasión. Le robaron la ilusión y la esperanza a mi hijo de 36 años, a quien las primeras veces que me acompañó le cambiaba los pañales en la cancha y desde entonces no dejó de venir cada domingo hasta este fatídico 26 de Junio de 2011. Le hicieron decir a mi nieto de cuatro años: abuelo, River se fue al descenso.
El motivo de este mail es para presentar mi renuncia como socio y para pedirles, humildemente,que si tienen un “poquitito de dignidad” y autocrítica presenten la renuncia indeclinable, total mas plata no necesitan y el objetivo de humillar a River con el descenso ya lo lograron.
Me despido de ustedes ni con consideración ni atentamente ni amablemente, sino con mi odio mas profundo.