Muy green Arruabarrena. Yendo a saludar de entrada los dos partidos cuando el otro ni lo junaba, jodiendo con los periodistas después de la noche más dura de los últimos 30 años, un planteo asqueroso, tibio. En esta clase de partidos tenes que copar el medio campo papá, tenes que dar batalla ahí, no dejarlos pensar, comerlos, pisarles la cabeza, son el eterno bobo, son el tonton de la b, el nieto, los cagones, las mujercitas, los llorones de toda la vida, no podes ser tan tibio, tan sumiso, tan frágil. Nuestro plantel es horrible, son todos pechos fríos, pero ■■■■■ no tiene nada, nada de nada y mucho menos que Boca, este cuadrito viene de la B hace un par de años y estaban recontra cagados, lo transmitía la gente, porque todo el mundo pensaba que Boca lo ponía. Pero no, por el boludo que tenemos en el banco. Pone a Fuenzalida, lo saca, pone a Chávez cuando dejó el medio campo deshilachado, partido, quebrado y lógico, quedaban desconectados con los de arriba. Ni siquiera los avivó de que la tiren al area, pases intrascendentes cuando cualquier equipo de barrio lo que hacía era ponerla en órbita la pelota faltando diez minutos, como en aquél 2001, en aquélla noche con Bianchi en el banco donde los metimos en un arco, como manda la historia del Club Atlético Boca Juniors, empuje, garra.
Este tipo no puede presidir más Boca, acá no nos conformamos con puntos como los boludos de enfrente, acá somos otra cosa, somos los que sabemos y nos ponemos al hombro esta clase de partidos, que ese rival que teníamos enfrente nunca supo manejar. Por eso este señor debe dar un paso al costado, no entiende como se juegan las copas y mucho menos esta clase de partidos. Estabamos en nuestro terreno, el número uno, el más exitoso del continente no puede cometer los errores que se vieron.
A Boca lo tiene que presidir un tipo con las ideas claras, que sepa donde está parado, que sea inteligente, pícaro, que vaya al frente y sepa manejar estas circunstancias. Boca salió el segundo tiempo a lo Borghi, porque a ese clásico me hizo acordar, un ■■■■■ apático, cagado, sin nada, no tuvo mayores inconvenientes cuando les cuesta horrores cerrar un partido y más con Boca. La tribuna se dio cuenta de que camiseta tenía enfrente, todos se dieron cuenta, menos el propio entrenador