No hay sector que lo odie tanto. Ni los peronochos más acérrimos. Le hicieron creer que cualquier hombre, y sobre todo si crítica al progresismo, es un demonio
No hay sector que lo odie tanto. Ni los peronochos más acérrimos. Le hicieron creer que cualquier hombre, y sobre todo si crítica al progresismo, es un demonio