Les gusta festejar cosas ficticias
Que hijos de mil puta
Aprendieron definición con el Pifia
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Hablemos de la historia de Roberto Firmino y su llegada al Viejo Continente. Los padres de Bobby no querían que su hijo fuese futbolista, por lo que él escapaba de su casa para patear un rato con sus amigos, mientras juntaba dinero de su venta de agua de coco en las playas de Maceió. Persiguió su sueño y en 2008 llegó al Figueirense, un modesto club de Florianópolis. Dos años después, se estrenó en el equipo y marcó 8 goles en el torneo, siendo revelación y consiguiendo el ascenso al Brasileirao. Desde Alemania lo seguían. El reconocido arquero Lutz Pfannensteil, que en su época como jugador pasó por más de 25 clubes, era el ojeador del Hoffeinheim en ese entonces y buscaba talentos para sumar al proyecto. Se enteró de Bobby, a través del Football Manager, según contó en entrevista con TalkSport en 2016. Lo comenzó a seguir y encontró un gran negocio. Lo pagaron 4 millones de euros a fines de 2010 y los medios cuestionaron el fichaje por ser un jugador de apenas 19 años del ascenso de Brasil. ¿Cómo le fue en su estadía? 49 goles y 36 asistencias en 153 partidos, que lo depositaron en el Liverpool, a cambio de 40 toneladas de euros. Tenía razón Lutz. Tenía razón el football manager
Ese Tuca tiene unas cuantas de esas reacciones. Es un hijo de mil el viejo, kjjjjjjj