cuando termine la toma del colegio, avisame y vamos a chorear el abasto!. Venden la ropa mucho mas cara que en la salada y con el unico fin de obtener ganancias!.
aca no queremos revoltosos!!! bastante tenemos ya con los que hay… :twisted:
Por empezar, la vida ES injusta. Si no lo sabías, welcome to the real world.
Por supuesto que cada uno en su nivel de realidad puede reclamar lo que le parezca, pero un reclamo por la administración de un bufet, que suspenden “por vacaciones” y que encima terminan arruinando con la situación del hurto termina resultando una pelotudez sin sentido.
Sí, por desgracia sé lo injusto que es el mundo.
Ignoro en serio cómo fue el tema del robo en el Nacional, yo estoy hablando particularmente del Pelle
Eso de que suspendemos la toma por vacaciones es tan falso, y se siguen convenciendo de eso. Y me canso de repetir de la toma va más allá de cómo se gestiona un bar, es un tema de, por decirlo de una manera, principios. Por qué un privado tiene que lucrar con nuestra guita, si la institución puede hacerse cargo y reinvertir en el colegio? No sé, no me parece
Te vengo leyendo todo el thred, solo agrego que sos el típico zurdito anti-imperialista que usa palabrería para desprestigiar todo.
Y los chicos tienen razón, puedo decir que es muy probable que los comederos a cargo del PO a los empleados les pagan miserias y son mierdas los comedores.
Pleno siglo XXI y aun hay comunistas, Cuba no les enseño nada muchachos?
Uff, tus comentarios irónicos están llenos de profundidad y riqueza argumentativa.
Not.
Me fui a dormir, que mañana tengo que ir a la escuela.
Edito: Por dar un ejemplo, es lo mismo que una empresa yankee explote el petróleo de acá, qué se yo.
Quizás es medio hiperbólico, pero bueno. [MENTION=37990]morlock[/MENTION]
Me olvidé de quotear, jajaja
Si pero depende de la gente que te toque acordate que los públicos no los podés rajar, en cambio a los privados si. Yo los que vi siempre poner un privado fue la solución
Hay mucha gente que habla desconociendo lo que realmente pasa y lo que significa día a día lo que hace un rector o que haya un bar que cobre X plata.
También son muchos los que se informan a traves de Feiman, que eso es desinformación, solo busca generar un juicio de valor sin conocer, desprestigiando un ´método y un reclamo por no entenderlo la mayoría y otros por no compartirlo.
¿Por qué se está peleando en la toma de un colegio además de por autogestionar un bar o la fotocopiadora? ¿O hay reformas edilicias, problemas sanitarios o les retiraron la matrícula ilegítimamente a otros compañeros de colegio? Si es lo primero solo, lo que decimos varios es que la medida tomada es absolutamente desproporcionada en relación al reclamo.
Los primeros en desprestigiar el reclamo son los propios estudiantes de toma que lo suspenden por vacaciones de invierno.
La idea del bar es que queden en la comunidad educativa del colegio y pueda tener precios más accesibles. Un alumno del Colegio tiene trabajos practicos a contraturno, educación física también. Y por eso 3 veces por semana se ve casi que obligado a almorzar en el colegio. Me parece un reclamo más que acertado y complejo como para limitarlo a la autogestión.
Desconozco en este caso si se habla de reformas edilicias. Hace varios años que tiene andamios en la puerta (desde que yo me fui en el 2008) y en el 2010 todavía no tenía los patios internos habilitados, así que la situación tampoco era buena.
Y sí, para mi fue políticamente bastante estupida la decisión que tomaron en esa época.
El 11 de julio, una asamblea multitudinaria votó tomar el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA). Contrario a la idea que buscó instalarse en los medios de comunicación, esta toma no fue “por el pancho y la coca” sino en contra de la política de recursos propios que las camarillas gobernantes aplican a lo largo y a lo ancho de la Universidad. De esta forma, buscan que el presupuesto que no sale del gobierno nacional -que le da a la UBA un tercio del dinero que necesita para funcionar- salga del bolsillo de quienes estudiamos y trabajamos en los colegios y facultades.
En el caso del CNBA, el negociado es muy visible. La concesionaria “Banquete” le paga al colegio un canon altísimo. Para recuperar la inversión cobra sobreprecios, mantiene el bar en condiciones dudosas y precariza a sus trabajadores.
A lo largo del conflicto, las autoridades han defendido la concesión privada con uñas y dientes: primero amenazándonos, arrancándonos carteles, mandando una decena de cartas difamatorias, ejerciendo violencia física y psicológica, y por último sancionando con 20 amonestaciones -lo cual implica estar al borde de la expulsión- a nueve compañeros.
Se montó un operativo gigantesco para que estas sanciones quedaran ligadas a un supuesto robo en el buffet. No obstante, el parte de sanción dice: “En el marco de la toma de colegio del día 11 de julio el alumno impidió el ingreso y egreso al departamento de alumnos, forzando al personal no docente a no poder entrar o salir de su puesto de trabajo formando parte de una barricada”. Dicho en criollo: las sanciones son por realizar un cordón pacífico en regencia para que no se tome presente ni se sancione a la asamblea multitudinaria que había votado la toma.
Las autoridades sancionan a los estudiantes que garantizaron que se efectivizara la decisión de la mayoría estudiantil, pero no hacen lo mismo con el concesionario que puso cámaras de seguridad en el colegio y difundió imágenes de menores sin consentimiento de sus padres en la televisión; o con Agustín Zbar, el vicerrector que tiene un cargo incompatible con sus funciones en la Auditoría General de la Nación y que encabeza el Consejo de Convivencia -donde se tratarán las sanciones-, pese a haber golpeado a tres alumnos.
Con esto buscan desarticular el enorme movimiento que se ha generado al interior del colegio: que los estudiantes, graduados, padres y un sector de los docentes y no docentes nos organicemos para defender nuestra educación implica el derrumbe de sus negociados.
Los preuniversitarios somos conscientes de que mientras cada autoridad de la cúpula universitaria percibe un promedio de 200.000 pesos anuales en concepto de salario, se nos dice que no hay presupuesto para garantizar un bar que satisfaga las necesidades de quienes estudiamos y trabajamosen los colegios. Para invertir en infraestructura. Para pagarle un salario digno a nuestros docentes.
Es por eso que vamos a desenvolver a fondo la lucha contra las sanciones, lanzando una fuerte campaña de adhesiones y movilizando con todo al Consejo de Convivencia. Después de todo, una victoria nos va a dejar en mejores condiciones que nunca para continuar con la pelea por nuestros reclamos.
Con un sentido de la oportunidad que asombra, el lunes 6 de agosto, mientras en los tribunales de Comodoro Py se desarrollaba la movilización para reclamar justicia por Mariano Ferreyra, el programa de Eduardo Feinmann en C5N se convirtió en una catarata de difamaciones contra la lucha de los estudiantes del Nacional Buenos Aires y, en particular, contra la juventud del Partido Obrero. Feinmann buscó incriminar al centro de estudiantes del secundario en un supuesto robo que se habría producido en el bar concesionado del colegio. A renglón seguido, el ahora empleado de Cristóbal López arremetió contra la agrupación Oktubre -que orienta la UJS y viene de ganar holgadamente las últimas elecciones del colegio-, porque se habría afanado la recaudación de un kiosco estudiantil paralelo. El “periodista” no consideró necesario presentar pruebas para semejantes acusaciones. Para concluir, se despachó con un ataque al Partido Obrero por “promover tomas” en los colegios para “quedarse con la caja de los bares” y, sin pudor, explicó que la Justicia estaba investigándome a mí en particular por el delito de ser “el instigador de las ocupaciones en el Pellegrini y el Buenos Aires”.
Feinmann: un mercenario al servicio del poder
El método de la calumnia contra el PO es ya un clásico del relato oficial, siempre que se trata de invocar “intereses ajenos” para deslegitimar a un movimiento de lucha y, al mismo tiempo, desviar la atención pública sobre todo tipo de negociados vinculados al poder. Es lo que ocurrió con el incendio de los trenes del ex ferrocarril Sarmiento en 2008, cuando Feinmann, en tándem con el entonces jefe de gabinete, Aníbal Fernández, responsabilizó al PO y a nuestro militante José María Escobar por “comandar” los desmanes. Fue un operativo podrido para rescatar el régimen de negocios de Cirigliano y el desguace ferroviario, que cuatro años más tarde se cobrarían 51 víctimas en la estación de Once. En el juicio que nuestro partido les inició a ambos, ninguno de los dos pudo presentar una sola prueba que demostrara sus acusaciones.
En el caso que nos ocupa, Feinmann actúa al rescate de las camarillas universitarias, las propias autoridades del Buenos Aires y sus negocios con el bar privatizado, que le cobra a los estudiantes ¡el doble! de lo que los mismos productos valen afuera del colegio. Hay que llamar la atención en este punto, porque a lo largo de sus programas, que trataron -o difamaron- ampliamente el conflicto, el equipo de Feinmann fue provisto con verdaderos “informes de inteligencia”, que incluían videos confidenciales de las cámaras de seguridad del colegio.
¿Quién defiende las “cajas”?
Contrario a lo que repite Feinmann, la lucha de los pibes del Buenos Aires, que cuenta con todo el apoyo de la Fuba y de nuestro partido, no es por ninguna “caja”, porque su programa es la eliminación de todas ellas. Son las camarillas universitarias alineadas con el gobierno las que, con la excusa de la insuficiencia del presupuesto estatal, crean “cajas” de negocios en las facultades y colegios con la privatización de bares, fotocopiadoras y servicios varios. Esas “cajas” van a engrosar los “recursos propios”, que luego se redireccionan discrecionalmente.
En lugar de investigar estos negociados, que sería una verdadera labor periodística, Feinmann trabajó por ocultarlos con su ataque interesado a la lucha estudiantil y al PO.
Nuestro planteo es desmantelar la “caja” del bar: que se abran las cuentas al control de estudiantes y docentes, que se vaya la concesión privada y que el colegio se haga cargo de brindar un menú al costo para todos los estudiantes y trabajadores del Buenos Aires. Como en el pasado, Feinmann tendrá que arreglárselas para explicar sus infundios en la Justicia.