Se perdió. Listo. Tres minutos fatídicos cuando manejábamos mejor la pelota, una tarde extrañamente desastrosa de Carrizo, un arbitraje discutible, lo que carajo sea. Perdimos con Boca.
Quedan cinco semanas para que se termine este martirio, este tormento que nos viene arruinando la salud desde hace un año. Cinco finales del mundo en las que tenemos que estar todos unidos y yendo hacia la misma dirección. No quiero escuchar un solo insulto a jugadores y cuerpo técnico de acá al final.
Es el momento de acompañar, de poner lo nuestro en la tribuna para que los que están adentro de la cancha pongan lo suyo. El domingo APLAUSOS para el equipo por la actitud y ALIENTO desde el principio hasta el final.
El amor, en definitiva, es esto. Alegrías, tristezas, incertidumbres, desilusiones, nervios, llantos. No tiene explicación, pero se sigue adelante y se demuestra en los momentos difíciles.
Te amo River.
VAMOS TODOS UNIDOS, VAMOS NO NOS QUEDEMOS…