Me pasó algo raro, otro de mis imprevisibles giros.
Recé a Dios todas las semanas porque asidas perdiera, imploré porque los alemanes los bailen. Los odié, deseé robarles camisetas. No obstante con el partido arrancado tuve un sentimiento nazi, la felicidad del pueblo nacional socialista, las tres tiras, y lo que significaba que gane adi contra rudolf.
Y SI BIEN NO ESTUVE TRISTE, no celebré tanto tampoco los goles del felino.
Claramente igual estoy conforme y feliz, pero no tan radiante como imaginaba estar. Saludos adidistas!