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“Antes River era ganar, gustar y golear: hoy es ganar”
El Jefe acepta la necesidad de su equipo, asume que “no va a brillar” y que sólo puede " trabajar los partidos". Habla de Alves, Riquelme y Ortega y revela un deseo compartido con los hinchas: “Me encantaría dejar último a Boca…”.
JORGE LOPEZ - FEDERICO DEL RIO | jorgelopez@ole.com.ar; delrio@ole.com.ar
“No los grité, pero disfruté los goles de Tigre”, dice.
Decí la verdad, Leo: ¿los ayuda el lío que hay en Boca?
-A nosotros no. Si nos pusiéramos a pensar en lo que está viviendo Boca, nos equivocaríamos. Si bien Boca está mucho más revuelto que nosotros, que pasamos por una situación así, tenemos que saber que hay que jugar con máxima concentración y sacrificio. Con la disposición de lastimarlos y que no salgan. Están caídos y hay que tratar de noquearlos.
-¿Sabés que el hincha de River quiere ganarles y dejarlos últimos?
-Ganarle a Boca sería muy importante en lo anímico. No somos regulares y un triunfo nos puede servir para afrontar lo que viene con mucha más entereza.
-¿Pero te gustaría, como a la gente, ganarle a Boca y dejarlo último?
-¡Me encantaría! ¡¿Cómo no me va a gustar?! Y en la medida que respondamos como queremos, está dentro de las posibilidades. Pero no podemos pensar que el clásico está ganado. Sí saber que no tenemos que darles oportunidades para que se levanten.
-¿Las preocupaciones puntuales son Palermo y Riquelme?
-La preocupación es cómo responder ante Boca. Después, es lógico, tienen a Palermo, Riquelme, Gaitán, todos desequilibrantes.
-¿A Riquelme le vas a hacer marca personal?
-Nunca le hicimos personal porque es perder un jugador y necesitás un trabajo muy elaborado para que haya coordinación de movimientos. Lo tomaremos en zona y trataremos de hacerlo sentir incómodo. Pero para eso hay que cubrir los espacios. Si no, te termina metiendo una pelota de gol o convirtiendo.
-¿Pero no te soluciona ponerle una estampilla a lo Chiche Sosa?
-No. Le podés dar la marca a un volante central, pero si te lo saca hacia afuera, se libera la zona media y tenés a otros rivales que pueden encarar de frente a los centrales. Por eso, mejor en zona. Cuando usamos doble 5, como la última vez con Domingo y Almeyda, fue porque vimos que Riquelme se tira al costado y empieza a jugar desde ahí.
-¿Riquelme puede faltar en un superclásico?
-Si está lesionado. Pero no soy el técnico rival.
-¿Y Palermo?
-Tenemos que impedir que entre al área…
-Te preguntábamos si puede faltar.
-Repito, no soy el técnico del rival. Y va a jugar. Por eso, si entra al área, debemos estar atentos para cortar el centro y seguirlo, porque es inteligente para posicionarse. Si va por el segundo palo, lo tenemos a Díaz. Si va por el otro lado, hay que cambiar de marca rápido: que lo siga el central y Ferrari se meta adentro. Si no, podemos tener inconvenientes.
-Brindisi y Basile renunciaron después de perder con tu River. ¿Lo peor que le puede pasar a Alves es tenerte enfrente?
-No lo tomo así. Los que ganaron fueron los jugadores, no Astrada. Ellos entendieron lo que yo pretendía. Fueron las circunstancias del fútbol. Como entrenador me fue mucho mejor que como jugador. Y hoy el peso está en ellos. Les ganamos los dos del verano, el del torneo pasado llegaban mejor y empatamos, aunque casi les ganamos…
-¿Te pusiste en el lugar de Alves, que se juega la cabeza el domingo?
-No me puse a pensar. Pero tengo claro que si no se consiguen resultados, o toma la decisión uno o la toman los dirigentes.
-Si le ganan, Boca se hunde. ¿Ustedes despegan?
-Sería importante porque le ganás a Boca, ganás dos partidos al hilo, subís en la tabla y la ambición crece.
-¿Con ese envión podrían llegar a estar entre los cuatro o cinco primeros, como dijiste?
-Vamos a apuntar a eso.
-¿Hiciste cuentas para ver con cuántos puntos estaría bien terminar?
-Mirá qué loco: el lunes iba al entrenamiento y pensaba: “Quedan 30 puntos más 12 que tenemos, 42. Y el Tolo dijo que con 36 es campeón…”. Pero hay que ir partido a partido.
¿El domingo gritaste los goles de Tigre?
-No, no soy de gritar goles. Salvo los de River, porque son un desahogo. Pero igual los disfruté porque soy hincha de Tigre. Vi los primeros 20 minutos en el vestuario, y con mucha tranquilidad porque habíamos ganado nosotros.
-¿Canales puede tener un día como el de Luna?
-Ojalá. Se está acomodando. Le pido que trabaje hasta tres cuartos. Porque si baja hasta el medio, no sirve… Contra Huracán lo entendió y tuvo chances.
-¿Encontraste un líder en Alexis Ferrero?
-Sí, porque tiene personalidad, jerarquía y cuando la tiene que reventar, la revienta. Pero cuando hay que salir jugando, lo hace.
-¿A veces no se le va un poco la mano?
-No, le da seguridad al equipo. Cuando tenés un central que te saca todo, te da fortaleza mental. Después, si la pelota vuelve rápido es responsabilidad de los puntas que no pudieron aguantarla o de los volantes que no agarraron el rebote. Los centrales están para sacarla. También tiene condiciones para jugar lindo: posee buen pase y es claro, pero se metió en la cabeza que cuando no se puede, es preferible que esté afuera y no adentro.
-¿Gallardo es un jugador de superclásicos?
-Te desequilibra estos partidos porque agarra la pelota y saca el equipo. Es un tipo muy importante, igual que Ariel o el Pelado…
-Ya que hablaste de Ortega, ¿qué vas a hacer?
-Las reglas son claras e iguales para todos. Tuvo un inconveniente y tratamos de estarle encima porque es una enfermedad, pero a su vez le dijimos que necesitábamos que cumpliera las normas de trabajo. Si no, no va a tener ningún tipo de chance.
-¿Te defraudó?
-No lo tomo así. Con Ariel fui compañero, tuve una amistad afuera y sé que es más fuerte que él. Pero ahora estoy en un lugar en el que no puedo hacer concesiones porque manejo a 30 jugadores. No corresponde. Porque una vez que el grupo no cree en el entrenador, te terminás yendo vos, no ellos.
-¿Cómo lo manejás justo esta semana?
-No pude hablar todavía. No es un capricho dejarlo afuera. A mí me encantaría tener al mejor Ortega.
-¿Hay una decisión de que no juegue más?
A mí no me bajan línea. Daniel me dio libertad para tomar la decisión que crea conveniente. Y me hago cargo de la situación.
-La gente igual lo pide
-Porque es un ídolo. Sé que hay gente que me putea y otros que me entienden. Pero no le voy a decir a la gente que Ortega no tiene que ser un ídolo, al contrario. Va a serlo de por vida.
-¿Lo van a dejar que siga entrenándose para ayudarlo? Porque si era otro jugador, ya no hubiese estado en River.
-Seguro que si no fuera Ortega, ya no estaría, pero son situaciones. Ya ni pienso en lo que pasó en estos últimos días, tengo por delante un partido muy importante y me aboco a los jugadores que están y tratan de sacar esto adelante. Después veré qué es lo más conveniente.
-¿El castigo al Keko Villalva fue un poco de docencia para los pibes?
-Son cosas lógicas. Si a tu trabajo llegás tarde, tu jefe te dice “la próxima quedás afuera”. Vos te podés quedar dormido un día, ya al segundo… Si no le marco una línea… Después tenés que buscar los por qué llegó tarde. Si te acostaste a las 11 para levantarte a las 7 y te quedaste dormido, te entiendo. Pero si te acostaste más tarde y no te levantaste ya hay cosas que no van. El tema es “ésta no entrenás y la próxima estás afuera, volverás a Reserva, a Cuarta” para que se den cuenta. En Europa estas cosas no pasan. Es una falta de respeto a tus compañeros y una falta que no podés tener como profesional.
-¿Tu pedido de que se aflojara con Villalva y Funes tenía que ver con que no se marearan?
-Todos pensaban que iban a ser los grandes salvadores de River, pero no podemos esperar que nos salven dos chicos. Ellos deben tener la posibilidad de crecimiento que tuvimos todos. Eso no me hace dejar de creer que son grandes jugadores, que tienen muy buenas condiciones y que van a triunfar en la medida que se sacrifiquen y sean profesionales.
-¿En ese altibajo está hoy el Keko?
-Mirá, hoy en general es fácil llegar. El problema es mantenerse. Tenés que conocer tu físico para saber qué podés hacer y qué no. En la vida se puede hacer todo, pero todo tiene su momento. Ellos deben entender que tienen que cuidarse. La carrera dura 15 años sin lesiones serias, pero tenés que saber qué comer, cómo descansar, cuándo salir, cuándo no… Hay que ir corrigiéndolos.
-¿En medio de todo esto, sentiste que dependías de los resultados?
-No. Sentía el apoyo dirigencial y tenía las ideas bien claras. Lo que sí pretendía era salir rápido por la necesidad del grupo, que se iba a caer anímicamente y habría sido difícil sacarlo por lo que venía pasando. Muchas veces veía dos o tres entrenamientos que ilusionaban y después el domingo no entendía por qué no podíamos dar tres o cuatro pases seguidos. Pero el grupo siempre estuvo predispuesto.
-¿Un momento así lo podés disfrutar o lo sufrís?
-Lo vivo con felicidad, disfruto de lo que hago y recargo las pilas permanentemente para que ellos me vean entero… No estoy tirado. Sí me preocupa cuando no sale lo que trabajamos, pero no digo “esto no da para más”. Al contrario. Tengo la fuerza interior para sacar esto adelante.
-Dijiste que no te jodió la aparición de Ramón Díaz, pero saliste a mostrarte, a decir acá estoy yo.
-Sé la situación en la que estamos y hay que afrontarla con entereza. Salí a hablar porque me preguntaron y dije lo que realmente pasa. Tengo contrato hasta el 31 de diciembre y estoy entero.
-¿Si fuera más joven lo hubieras ido a buscar?
-Nunca tuve una disputa con él. La única diferencia fue porque no me dijo las cosas de frente a mí y a varios compañeros. Siempre delegó en los dirigentes.
-Sacá que fue Ramón. Si sale cualquier técnico a contar que habló con Passarella porque quiere dirigir a River, ¿no te rompe un poco?
-No. Hace poco, el Tolo dijo que están Ramón, Sabella y él también se postulaba. Yo quiero hacer las cosas bien para que el 31 de diciembre Daniel tenga que dudar. No estoy pendiente de desearle el mal a otro para conseguir un lugar. Si lo hiciera me estaría fallando a mí mismo.
-¿No te preocupa el descenso? Porque al plantel lo tenés que convencer de que hay que ganar para salir campeón.
-Hay que sumar y ganar porque estamos en River. Para ser campeón o para salir de esta situación incómoda. Hay una diferencia entre cuando yo era jugador y hoy. Acá era Deportivo Ganar para dar la vuelta. Hoy tenemos que ser Deportivo Ganar para poner a River en el lugar adonde dejó de estar. Este plantel no cobró más un premio desde que salió campeón con Simeone y antes en River te mantenías nomás con los premios. Nos tenemos que olvidar de empatar o perder y acordarnos de ganar siempre.
¿Pero al ganar no pensás: “le saqué una ventaja a aquél o al otro”?
-No, estoy pendiente de cómo ganar el siguiente. Tiene que ser una costumbre. No podemos pensar “con éste se puede empatar”. Hay que ganar. Pero para pensar así hay que mantener un equilibrio, saber jugar los partidos y entender algo que muchos no terminaron de entender después del verano: éste no es un equipo que vaya a brillar, es un equipo que tiene que trabajar los partidos para poder ganar.
¿Es difícil que el hincha asuma eso?
-No importa. Hoy el hincha no está tan exigente. Antes River era ganar, gustar y golear. Hoy es ganar. No importa cómo. Lógico que hay que buscar una forma, pero quiero ganar. Obvio que triangulando, con cinco pases seguidos, va a ser más fácil que tirándola de punta para arriba.
¿Y cómo buscarás ganar en la Bombonera?
-Vamos a mantener el esquema. Estamos adelantando un poco a Rojas porque Ferrari arranca prácticamente en mitad de cancha, pero son cosas que tenemos que ir corrigiendo porque después se complica ya que Ahumada sale al costado, el seis para el medio y un rival nos gana ese espacio. Hay que saber que cuando estamos en ventaja, se debe volver al esquema clásico para que el rival tenga que venir. Pero hay que solucionarlo en el campo. Uno les dice en la charla “vamos a jugar así, así y así” y ellos se quedan con eso para todo el partido. Aunque tienen que modificarlo según el partido. Y esperamos que el domingo lo hagan.
