Habrá tiempo, un año como mínimo, para sentenciar si Marcelo Gallardo es el líder que River necesita. Pero queda claro que para concretar este regreso, el Muñeco no le prestó demasiada atención a la billetera. Sí, okey: ya ganó más dinero que la gran mayoría de los que lean esta nota. Y seguramente el sueldo que percibirá por esta docena de meses sea superior al del ¿80%?, ¿90%? de los hinchas de River que asistan al estreno en el Clausura. La cuestión es que lo único que se aseguró el enganche es esta mensualidad. Ante los interrogantes de los dirigentes sobre el estado físico del 10, operado de pubialgia y en plena recuperación, el futbolista se ofreció a firmar este atípico contrato. Obvio: al escuchar la propuesta, José María Aguilar casi vuelca el pocillo del café por el apuro para extender la mano…
A la rescisión con el DC United sólo le restan cuestiones burocráticas. El “líder futbolístico” se sometería hoy a la revisión médica. ¿Riesgos? Muy pocos, dadas las características del acuerdo. Puntualmente, Gallardo cobrará un plus en caso de disputar el 60% de los partidos de River en el año y otro (que, obvio, anula al anterior) si se presenta en más del 70%. Y también se especifica un premio en caso de salir campeón en alguno de los cuatro torneos del 2009: u$s 500 mil por alzar la Copa Libertadores, u$s 300 mil si obtiene la Copa Sudamericana y u$s 200 mil en caso de dar la vuelta olímpica en el Clausura o el Apertura, siempre que juegue el 70% de los partidos.
¿Y si el peor equipo del fútbol argentino en el último semestre no gana nada y el Muñeco sólo asiste al 59% de los encuentros? Apenas cobrará el sueldo… SOBRE ESTE PUNTO, YO NO TENGO LA MISMA INFO. GENTE EN LA CUAL CONFIO ME DICE QUE VA A EXISTIR UNA PRIMA QUE, SI BIEN NO ES TOP, ES CASI IGUAL A LA MEJOR DE LANUS, POR CITAR UN CASO. Y ADEMAS ESTAN LOS ACUERDOS PRIVADOS.
La llegada del referente, con 33 años recién cumplidos, cubre esa ausencia de liderazgo adentro de la cancha que, de tan evidente, hasta fue reconocida por sus viejos-nuevos compañeros. Néstor Gorosito, es cierto, no estaba plenamente convencido de su contratación. Pero al mirar hacia sus costados, le abre la puerta mientras espera al resto de los refuerzos que, a diez días del inicio de los partidos por los puntos, aún no aparecen. Ambos tenían la intención de hablar ayer. Pipo, para darle un panorama del grupo; el 10, para contarle que su recuperación incluyó una mini pretemporada en Punta del Este y decirle que su percepción es que estará listo para debutar en los últimos días de febrero.
Mientras, Gallardo elige el silencio, intenta que no trascienda que hace diez días rechazó una oferta de u$s 1.000.000 para jugar cuatro meses en Emiratos Arabes y se imagina en la práctica del lunes, vestido con la ropa del club al que volvió para retirarse.