"Democracia Puta" Impresionante editorial de diario paraguayo

Democracia puta
En estos días actuales las democracias latinoamericanas pasan por una dura prueba, pues con los mismos mecanismos de competencia electoral libre y plural algunos líderes izquierdistas que ganan elecciones se hacen del poder legítimo y desde el día siguiente de su triunfo comienzan a ejecutar sus proyectos de acabar con el sistema político mediante los cuales accedieron su mando. La eliminación de las normas que limitan el período presidencial es su primera meta a conquistar.

Tienen la intención de eternizarse en el poder y, con ello, reventar la democracia entendida como la rotación permanente de proyectos políticos y de personas. Pretenden excluir para siempre a todo el que no esté adherido a su partido. Construyen dictaduras con fórmulas “democráticas” y, cuando se sienten fuertes y disponen de los medios, inician el segundo plan: la exportación de su “revolución”.

Internamente, su primera víctima son las Fuerzas Armadas, de la cual se excluye a todo militar que no merezca la completa confianza del nuevo único líder. Una purga general despoja a las Fuerzas Armadas de los jefes y oficiales institucionalistas, dejándola a cargo de “los leales”. Después arremete contra el Poder Judicial, realizando las mismas tareas depuratorias para luego, ya con los principales resortes controlados, iniciar el proceso de desmantelamiento de la prensa no alineada y la supresión progresiva de la libertad de expresión.

El resultado final de este procedimiento es la anulación completa, si no la supresión definitiva de toda idea, doctrina, orientación partidaria o movimiento contrario a la ideología oficial de la nueva dictadura. Sucumbe la libertad en todas sus formas tradicionales y lo que resta es un pueblo indefenso sometido a sus nuevas cadenas. Se confía en que el transcurso del tiempo borrará pronto el recuerdo de la democracia anterior y el beneficio del goce de sus libertades y, entonces, un pueblo atontado, obligado a trabajar para sobrevivir y para alimentar al Partido, a reprimir sus dudas, inquietudes y oposiciones, acabará convertido en un dócil rebaño de borregos, como bien recordamos los paraguayos que vivimos la era stronista.

Este es el proceso en marcha que vemos actualmente en el panorama político de Venezuela, Bolivia y Ecuador. En particular y más claramente en la primera, donde Hugo Chávez, con ya una década de gobierno, se apresta a dar el golpe final haciéndose coronar gobernante vitalicio imponiendo en el país una nefasta dictadura de corte marxista al estilo del que triunfara y se impusiera en Rusia en 1917, desconociendo el triste final que esos sangrientos regímenes tuvieron después de seis décadas de explotar y oprimir a sus pueblos, asesinar a sus adversarios y poner en grave riesgo la paz mundial.

Hugo Chávez, un dinosaurio que surgió de las cavernas más oscuras de la historia, está a punto de convertirse en amo y señor definitivo de la suerte de su pueblo y de los cuantiosos recursos económicos de su país, excluyéndose de toda competencia real y suprimiendo todo obstáculo que pueda interponerse entre él y su proyecto de vitaliciado. Tiene, además, el dinero necesario para comprar voluntades y pagar el precio de “lealtades”, dentro y fuera de su país.

Chávez es un dictador, pero UN DICTADOR MUY RICO; dispone hoy del poder absoluto de hacer con el dinero producido por el petróleo lo que se le antoje; ya no tiene encima ninguna contraloría, nadie a quien deba rendir cuentas. Con su gruesa petrobilletera recorre ahora América Latina y financia partidos, movimientos, organizaciones sociales y campañas electorales. Lo que no puede comprar, lo alquila o neutraliza. Al gobierno argentino le compra bonos del tesoro de Kirchner que nadie quiere y así puede exhibir sus sonrisas de complicidad, aplausos y abrazos, pasear libremente por ese país pronunciando encendidos discursos llamando a la “revolución popular” y haciendo otros teatros para exportar su dictadura.

Entre los cuales figura en lugar prioritario su desesperada intención de introducirse en el Mercosur para, una vez dentro de él, agilizar su intervencionismo en la política interna de los países miembros, con los cuales ya no tiene ninguna afinidad, porque mal que bien, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay continúan rigiendo principios básicos del estado de derecho, del régimen democrático y de libertades públicas. Chávez va a pagar en efectivo por su ingreso y tiene billetes a patadas. Quiere comprarles a Brasil y Argentina lo más barato posible la legitimidad internacional que su pertenencia del Mercosur cree le va a proporcionar.

La pregunta que continuaremos formulando una y otra vez es ¿para qué sirve el Protocolo de Ushuaia que pretendió establecer un compromiso para todos sus estados miembros de conservar intactas las instituciones democráticas? En este documento Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay declaran que “La plena vigencia de las instituciones democráticas es esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Partes del presente Protocolo” (Art. 1) y se comprometen formalmente a que “toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados Partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes” (Art. 3).

¿Van a admitir a Venezuela, cuyo dictador por anticipado ya se excluyó de dichas cláusulas? ¿O lo van a admitir primero para luego aplicarle la “Cláusula Democrática”? El absurdo y el ridículo rodean a esta intención de prostituir al Mercosur, pero está en marcha y solamente los parlamentarios brasileños y paraguayos tienen en sus manos la posibilidad de impedir esta vergonzosa deserción de los principios fundamentales declarados en nuestras cartas fundamentales y tratados de integración.

A los gobernantes actuales de nuestros países, que tanto cacarean su apego a la democracia y a las libertades fundamentales, y que ciertamente gracias a ellas alcanzaron el poder, ahora les tiemblan las rodillas y se les afilan los dientes a la vista de la deslumbrante petrobilletera abierta de un rústico dictador inescrupuloso, dispuesto a todo, incluyendo el soborno de los “demócratas”.

Si nuestros presidentes del Mercosur, aun sabiendo cuál es su obligación histórica con la defensa de los principios y valores políticos que iluminan nuestros pueblos, son capaces de venderse o de liarse en una relación adúltera con un dictador megalómano surgido de las catacumbas de un pasado siniestro, tendremos que convenir que nuestras democracias se venden como auténticas putas. No cabe ya una calificación más dura para describirlas.

http://archivo.abc.com.py/2007-10-07/articulos/362959/democracia-puta

Chocante el título.

Lo raro es que había una nota sobre esto en La Nación (escrita por Aguinis): “Democracia puta”, impresionante editorial paraguayo - lanacion.com pero la nota la dieron de baja.

Democracia puta
En estos días actuales las democracias latinoamericanas pasan por una dura prueba, pues con los mismos mecanismos de competencia electoral libre y plural algunos líderes izquierdistas que ganan elecciones se hacen del poder legítimo y desde el día siguiente de su triunfo comienzan a ejecutar sus proyectos de acabar con el sistema político mediante los cuales accedieron su mando. La eliminación de las normas que limitan el período presidencial es su primera meta a conquistar.

Tienen la intención de eternizarse en el poder y, con ello, reventar la democracia entendida como la rotación permanente de proyectos políticos y de personas. Pretenden excluir para siempre a todo el que no esté adherido a su partido. Construyen dictaduras con fórmulas “democráticas” y, cuando se sienten fuertes y disponen de los medios, inician el segundo plan: la exportación de su “revolución”.

Internamente, su primera víctima son las Fuerzas Armadas, de la cual se excluye a todo militar que no merezca la completa confianza del nuevo único líder. Una purga general despoja a las Fuerzas Armadas de los jefes y oficiales institucionalistas, dejándola a cargo de “los leales”. Después arremete contra el Poder Judicial, realizando las mismas tareas depuratorias para luego, ya con los principales resortes controlados, iniciar el proceso de desmantelamiento de la prensa no alineada y la supresión progresiva de la libertad de expresión.

El resultado final de este procedimiento es la anulación completa, si no la supresión definitiva de toda idea, doctrina, orientación partidaria o movimiento contrario a la ideología oficial de la nueva dictadura. Sucumbe la libertad en todas sus formas tradicionales y lo que resta es un pueblo indefenso sometido a sus nuevas cadenas. Se confía en que el transcurso del tiempo borrará pronto el recuerdo de la democracia anterior y el beneficio del goce de sus libertades y, entonces, un pueblo atontado, obligado a trabajar para sobrevivir y para alimentar al Partido, a reprimir sus dudas, inquietudes y oposiciones, acabará convertido en un dócil rebaño de borregos, como bien recordamos los paraguayos que vivimos la era stronista.

Este es el proceso en marcha que vemos actualmente en el panorama político de Venezuela, Bolivia y Ecuador. En particular y más claramente en la primera, donde Hugo Chávez, con ya una década de gobierno, se apresta a dar el golpe final haciéndose coronar gobernante vitalicio imponiendo en el país una nefasta dictadura de corte marxista al estilo del que triunfara y se impusiera en Rusia en 1917, desconociendo el triste final que esos sangrientos regímenes tuvieron después de seis décadas de explotar y oprimir a sus pueblos, asesinar a sus adversarios y poner en grave riesgo la paz mundial.

Hugo Chávez, un dinosaurio que surgió de las cavernas más oscuras de la historia, está a punto de convertirse en amo y señor definitivo de la suerte de su pueblo y de los cuantiosos recursos económicos de su país, excluyéndose de toda competencia real y suprimiendo todo obstáculo que pueda interponerse entre él y su proyecto de vitaliciado. Tiene, además, el dinero necesario para comprar voluntades y pagar el precio de “lealtades”, dentro y fuera de su país.

Chávez es un dictador, pero UN DICTADOR MUY RICO; dispone hoy del poder absoluto de hacer con el dinero producido por el petróleo lo que se le antoje; ya no tiene encima ninguna contraloría, nadie a quien deba rendir cuentas. Con su gruesa petrobilletera recorre ahora América Latina y financia partidos, movimientos, organizaciones sociales y campañas electorales. Lo que no puede comprar, lo alquila o neutraliza. Al gobierno argentino le compra bonos del tesoro de Kirchner que nadie quiere y así puede exhibir sus sonrisas de complicidad, aplausos y abrazos, pasear libremente por ese país pronunciando encendidos discursos llamando a la “revolución popular” y haciendo otros teatros para exportar su dictadura.

Entre los cuales figura en lugar prioritario su desesperada intención de introducirse en el Mercosur para, una vez dentro de él, agilizar su intervencionismo en la política interna de los países miembros, con los cuales ya no tiene ninguna afinidad, porque mal que bien, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay continúan rigiendo principios básicos del estado de derecho, del régimen democrático y de libertades públicas. Chávez va a pagar en efectivo por su ingreso y tiene billetes a patadas. Quiere comprarles a Brasil y Argentina lo más barato posible la legitimidad internacional que su pertenencia del Mercosur cree le va a proporcionar.

La pregunta que continuaremos formulando una y otra vez es ¿para qué sirve el Protocolo de Ushuaia que pretendió establecer un compromiso para todos sus estados miembros de conservar intactas las instituciones democráticas? En este documento Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay declaran que “La plena vigencia de las instituciones democráticas es esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Partes del presente Protocolo” (Art. 1) y se comprometen formalmente a que “toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados Partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes” (Art. 3).

¿Van a admitir a Venezuela, cuyo dictador por anticipado ya se excluyó de dichas cláusulas? ¿O lo van a admitir primero para luego aplicarle la “Cláusula Democrática”? El absurdo y el ridículo rodean a esta intención de prostituir al Mercosur, pero está en marcha y solamente los parlamentarios brasileños y paraguayos tienen en sus manos la posibilidad de impedir esta vergonzosa deserción de los principios fundamentales declarados en nuestras cartas fundamentales y tratados de integración.

A los gobernantes actuales de nuestros países, que tanto cacarean su apego a la democracia y a las libertades fundamentales, y que ciertamente gracias a ellas alcanzaron el poder, ahora les tiemblan las rodillas y se les afilan los dientes a la vista de la deslumbrante petrobilletera abierta de un rústico dictador inescrupuloso, dispuesto a todo, incluyendo el soborno de los “demócratas”.

Si nuestros presidentes del Mercosur, aun sabiendo cuál es su obligación histórica con la defensa de los principios y valores políticos que iluminan nuestros pueblos, son capaces de venderse o de liarse en una relación adúltera con un dictador megalómano surgido de las catacumbas de un pasado siniestro, tendremos que convenir que nuestras democracias se venden como auténticas putas. No cabe ya una calificación más dura para describirlas.

http://archivo.abc.com.py/2007-10-07/articulos/362959/democracia-puta

Chocante el título.

Lo raro es que había una nota sobre esto en La Nación (escrita por Aguinis): “Democracia puta”, impresionante editorial paraguayo - lanacion.com pero la nota la dieron de baja.

Qué disparate la nota. Digna de La Nación, por cierto.

Qué puta esta democracia! Admitir a la izquierda en Latinoamérica!!

¿Una nota tan larga en un diario paraguayo, para pegare a Chávez? :mrgreen::mrgreen:

Por empezar, Chávez no es un dictador. Es un autoritario en todo caso, y no coincido con muchas de sus medidas, así como no coincido con las de Cristina y Néstor, pero NO SON DICTADORES.

Por seguir, me parece muy estúpido lo que dice el párrafo respecto de los militares “leales”. Claro que cualquier presidente va a querer a su alrededor solamente a los leales, pelotudo. Mirá si con los antecedentes que tenemos en América Latina de golpes de Estado, algún gobierno se va a arriesgar a poner a un general desleal al mando del Estado Mayor Conjunto… el “periodista” que hizo la nota, ¿es pelotudo o está medicado?

Tampoco coincido respecto de las “persecuciones” contra los militares. Bastante hijos de puta fueron y bastante torturaron y asesinaron como para que ahora los vendan como carmelitas descalzas, la única que faltaba. Acá nadie los está persiguiendo, se los está juzgando por delitos cometidos, y bastante baratita la sacaron unos cuantos con las leyes de amnistía, los indultos y demás etcéteras para que venga a decirnos que a los militares se los persigue… :evil:

Viendo el tenor de la nota, no impulsa a la gente a debatir respecto de ciertas libertades mal entendidas (muy mal entendidas, por cierto) de algunos gobernantes. Impulsa directamente al golpismo desde su mismísimo título, parece salido de la cueva del terror de nuestro peor pasado. :evil:

Es verdad que unos cuantos mandatarios de América Latina interpretan que en lugar de ser votados, son ungidos. Es verdad que precisaríamos más medios de contralor y menos decretos de necesidad y urgencia. Es verdad que tenemos que hacerle entender a nuestros políticos que el hecho de conseguir la mayoría en una votación, no quiere decir que una minoría de un 30% se tenga que comer dobladas absolutamente todas las cosas que se le cante a la mayoría sin dar un debate serio, responsable y con ideas. Pero es totalmente mentira, y propio de un mala leche hijo de remil putas, que la manera de cambiar esto sea a través de un golpe de Estado y de la vuelta de las botas.

SIEMPRE recordemos el título del informe de la CoNaDeP: NUNCA MÁS.

Abrazos, Martín.

Que significa ser dictador?
Porque me parece que hacer que no se puedan ver los Simpsons en venezuela o que no puedan usar agua caliente o prender luz me parece que es una actitud de dictador.
Te prohiben ver cosas, hacer cosas en fin PERDES LA LIBERTAD DE VARIAS COSAS.

que estupidez!

Y que Chavez se valla a la re puta madre que lo re mil pario hijo de puta forro de mierda nazi hijo de puta mal nacido.

llegue hasta donde dice que chavez se va a transformar en stalin y va a instaurar una dictadura marxista… ahi me empece a reir y no pude contnuar… es bizarro…igual por un momento pense que el autor era morales sola o grondona(mariano no el presidente de la afa eh)

Dictador es aquel que se perpetua en el poder sin haber sido elegido por su pueblo.

La dictadura (del latín dictatūra) es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la inexistencia de consentimiento alguno por parte de los gobernados y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.

Como ves, exactamente lo contrario a Chávez, que fue reelegido 3 veces, salió victorioso en referendums, y es apoyado por la mayoría del pueblo.

Que te pidan racionalizar el uso de agua caliente, o de luz eléctrica, no tiene absolutamente nada que ver con ser un dictador, de qué carajo estás hablando flaco ?

Exacto.

Medidas como prohibir a los Simpson pueden ser autoritarias. Es CENSURA, de hecho. Pero no son medidas dictatoriales, puesto que quien las dictó NO ES UN DICTADOR.

Un dictador es quien llega al poder por un golpe de Estado. Y Chávez no dio un golpe de Estado, fue elegido por su pueblo, lo mismo que Cristina Fernández de Kirchner, me guste o no me guste.

Abrazos, Martín.

Es un poco sensasionalista la nota,pero en cuanto a chavez me parece que no esta tan errado, dicatador no es solo el que gobierna por la fuerza militar,sino tambien aquel que no deja al pueblo hacer determinadas cosas,prohibir cosas sin fundamentos,dictador o autoritario para mi es lo mismo,es sacarle al pueblo la posibilidad de opinar.

Hitler llego al poder gracias a las urnas, no olvidemos ese dato.

Exacto, mintiendo como lo hacen los K y Chavez.

Intentas hacer una advertencia con una analogìa inaplicable. Hitler asumio la cancillería por elecciones, pero en un clima polìtico/social donde la violencia era ejercida desde su propio partido (las SS) con el fin de crear la sensaciòn de que el el ùnico capaz de asegurar el orden social. En Venezuela que yo sepa no existiò tal clima de violencia, no es una comparaciòn feliz la que hacès.

Pero Hitler se encargó, luego, de disolver toda apariencia de democracia que tuvo su gobierno, por eso fue un dictador. Fujimori es otro caso similar, cuando disolvió el Congreso en Perú. En cambio, ni Chávez ni Cristina ni ninguno de los mencionados en esa nota dio ningún paso al respecto. Me parece que hay alguna diferencia.

Abrazos, Martín.

en uruguay hubo un caso de dictador votado x el pueblo…bordaberry luego de ganar las elcciones se transformo en dictador cuando en 1973 disolvio las camaras altas y bajas en un golpe civico-militar y se dedico a ser un titere de las fuerzas conjuntas…hoy en dia no pasa eso en ningun pais de america latina.

Para mi Chavez es un dictador encubierto, llego al poder por los votos y se mantiene asi porque gano, el dia que pierda las elecciones o mata a su opositor o toma el poder por la fuerza…

no intentó ya tomar el poder por la fuerza?