Por irregularidades, amenazan con paralizar a la Policía Metropolitana Artículos | Política
Veinte puntos de la ley que la regula aún no tienen reglamentación. Proyecto Sur reclamaría en la Justicia
11-07-2010 / Luego de haber transcurrido más de un año y medio de la sanción de la ley que pone en funcionamiento la policía de la Ciudad, desde la oposición se denuncia la existencia de 20 artículos de la norma sin reglamentar, lo que pondría a los efectivos bajo un “grave estado de irregularidad”.
La Policía Metropolitana es fuertemente cuestionada por funcionar sin reglamentación
Luego de haber transcurrido más de un año y medio de la sanción de la ley que pone en funcionamiento la policía de la Ciudad, desde la oposición se denuncia la existencia de 20 artículos de la norma sin reglamentar, lo que pondría a los efectivos bajo un “grave estado de irregularidad”.
La Policía Metropolitana trae consigo, desde su creación, cantidad de cuestionamientos que ponen en jaque su funcionamiento y legitimidad. En conversación con Buenos Aires Económico, Julio Raffo, integrante de la comisión de seguridad de la Legislatura porteña sostuvo que “la policía se encuentra en un estado irregular y de ilegalidad manifiesta”.
Desde el bloque opositor advierte que “están en la mira de un amparo para que se paralice a la policía y se la saque de las calles hasta que se regularice su situación”. “Nosotros, como primer paso, empezamos por alertar”, amenazó.
La acusación se apoya en la existencia de 20 artículos carentes de reglamentación en la ley 2947, que crea el Estatuto del Personal de la Policía Metropolitana. En este marco, Raffo sostiene que “cuestiones elementales como los límites al ejercicio del mando, los requisitos para la designación de cargos, para las promociones y ascensos, los exámenes para definir estabilidad en el cargo, entre otros puntos, fueron previstos por en el proyecto de ley acompañados de su reglamentación. Hoy reina una total falta de gestión y la policía está en la calle en una preocupante condición de irregularidad”.
“Una ley como la de la Policía Metropolitana no puede tener su reglamentación sin definir. Se trata de una total inoperancia”, explica por su parte, el vicepresidente de la Comisión de Seguridad, Juan Pablo Arenaza.
Dentro de los artículos sin reglamentar, se destaca, por ejemplo, el punto octavo donde se establece que “el personal con estado policial de la Policía Metropolitana adquiere estabilidad en el empleo luego de transcurridos 12 meses de efectiva prestación de servicios y una vez que se hubieren aprobado los exámenes de rendimiento y aptitud que determine la reglamentación”. Así es que los más de 500 efectivos que se encuentran apostados en la Ciudad, junto a los noveles cadetes que recientemente fueron incorporados a la fuerza -se estima que para diciembre se alcanzará una cifra de 1.500 integrantes- estarían en condiciones de “ilegalidad” por no haberse sometido a los exámenes de rendimiento y aptitud que prevé la norma, explican desde Proyecto Sur.
Ante este punto, el legislador Raffo advierte que al no haberse desarrollado los exámenes de aptitud pertinentes, “ningún policía es personal estable, por lo que al no estipularse en el presupuesto partidas dinerarias para personal transitorio, se entiende que se está realizando mal el pago, y esto puede ponerse bajo la lupa como una malversación de fondos, dado que no se respeta el presupuesto establecido”.
Lo cierto es que el monto asignado a la Policía Metropolitana consta de casi 250 millones de pesos, de los cuales unos 160 millones son determinados al pago del denominado personal permanente, no especificándose monto alguno para el personal no estable.
DESIGNACIONES. En lo que respecta a la ocupación de cargos orgánicos, en el artículo 19 se estipula que “serán resuelto de acuerdo con el mérito y los antecedentes de los candidatos y siguiendo los mecanismos de selección que se implementen a través de la reglamentación” en la que se deberían determinar los grados, el perfil profesional y/o las destrezas o formación profesional para la ocupación de cada puesto. “Hoy los puestos son designados arbitrariamente, dado que no existe reglamentación alguna. Insisto en que estamos frente a incumplimientos graves de la ley”, sostiene Raffo. En la misma línea se ubican las promociones y ascensos, cuestión por la que el legislador de Proyecto Sur elevó públicamente en la Legislatura porteña una pregunta al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y al ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, sobre la existencia de los planes de los funcionarios para “dictar promociones y ascensos sin la norma reglamentaria que prevé la ley” y yendo más lejos aún, cuestionó si ya se ha incurrido en esta práctica.
No menos escandaloso resulta el hecho de que muchos efectivos no cumplen con el requisito de tener secundario completo. Ante este panorama, el jefe de la Policía, Eugenio Burzaco, respondió ante la Legislatura porteña que mediante un decreto se estableció en tres años el plazo máximo para la finalización de los estudios secundarios, previendo una prórroga de dos años, según lo establecido en la Ley 2894 que estipula el sistema de Seguridad Pública; sin perjuicio de ello, el personal en dicho estado deberá acreditar dentro del primer año de servicios, haber comenzado sus estudios en el nivel correspondiente.
Desde la oposición no cesan las críticas y los reiterados pedidos de informe que lleven a que se disipen las graves dudas que hoy pesan sobre el desarrollo de la Policía Metropolitana. “¿Esta falta de reglamentación ha sido fruto de la decisión política de organizar la policía y la seguridad de la Ciudad en base al principio de arbitrariedad?”, reflexiona Raffo quien no duda en afirmar que “tanto el jefe de la Policía, como el ministro de Seguridad y hasta el jefe de Gabinete de la Ciudad han sido alertados. Creo que existe hoy un claro incumplimiento de los deberes de funcionario público, dado que no se trata de una alternativa, sino que reglamentar se trata de un deber”.
La pregunta del millón refiere a ¿quién se debería encargar de la reglamentación de la norma? O ¿por qué no se ha llevado aún a cabo la misma, cuando la Policía Metropolitana formó parte de una dura contienda política que mantuvo el Gobierno de la Ciudad con la Nación?
“Pregunto y quiero saber si esto es por incapacidad de reglamentarla o por una decisión política de dejar esta situación normativa en este grave estado de irregularidad. Parece que mientras menos reglamentado esté el tema, se da lugar a una mayor arbitrariedad. Entonces hay una clara mezcla de irresponsabilidad que lleva a la ilegalidad, y esto conduce a mayor poder”, advierte Raffo.
CARENCIA DE ESTRATEGIA. Frente a la creciente ola de inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires, los sectores opositores critican severamente la falta de una estrategia de políticas públicas apostadas a combatir activamente la problemática. Falta de gestión, medidas superficiales y carencia de información son algunas de las frases que resuenan en los pasillos de la Legislatura cuando se habla del accionar de la policía.
En conversación con Buenos Aires Económico, Diego Kravetz, titular de la bancada peronista, consideró que la Policía Metropolitana cuenta con dos problemas graves: “el primero es de índole estratégico u operativo en lo que refiere al lugar donde se desenvuelve y el tipo de delitos que se pretende combatir. A la luz de lo que dice el jefe de Gobierno que quiere combatir a los motochorros y está preocupado por los trapitos, ninguno de esos delitos se cometen donde está la Policía Metropolitana, que es en Saavedra”. Como segundo punto, el legislador ubica el desorden administrativo reinante en la fuerza ya que “hoy ni el vice jefe de policía, ni los superintendentes están nombrados, todos tienen contrato de locación de servicios. Sumado a esto, la Secretaría Administrativa no está cubierta y la ejerce de hecho una persona que no tiene ningún cargo en el Ministerio de Montenegro, con lo cual se trata de una situación absolutamente irregular que no debería suceder”.
Desde la fuerza policial, Eugenio Burzaco -en su exposición ante la Comisión de Seguridad de la Legislatura porteña-, se refirió a la necesidad de incrementar el número de efectivos para poder hacer frente a las necesidad de la Ciudad, al señalar : “hoy tenemos poco menos de 1000 policías y en una Ciudad como Buenos Aires, una policía de proximidad requiere alrededor de 12 mil policías en la calle para cumplir plenamente este modelo”.
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