Hijo, tenemos que hablar..

HIJO, TENEMOS QUE HABLAR

Hoy es el dìa del Padre, y entre regalos (tan repetidos como halagadores), almuerzos opulentos y anécdotas de las que todos sabemos el final, pero que cada vez son más lindas escucharlas, te veo triste, pensativo, preocupado, desganado, nervioso, dubitativo…

Yo se que te pasa, porque siento algo parecido a lo que vos sentís, y aunque los años me dan ese ejercicio de poder maquillar esta desazón, creeme que hoy no tengo ganas de hacerlo. Estás mal por River, hijo. Estamos mal por River. Vení, dejá el postre para más tarde: tenemos que hablar.

Cuando yo tenía tu edad (en la que no había Internet, ni TV por Cable, ni diarios deportivos), no había otra cosa que me hiciera sentir más feliz que las charlas con mi viejo, tu abuelo, contándome historias de la Historia de River. Hablábamos (Él lo hacía y yo escuchaba) con la precisión de un cirujano, de jugadores, fechas, resultados, formaciones, títulos, goles, anécdotas, pudiendo mi viejo hacerme sentir, en ese momento, que los viajes al pasado no eran solo exclusividades de las películas de Ciencia Ficción.

Qué fácil era Ser de River, hijo, sabiendo la historia del pase de Barullo Peucelle (y el mote de “Millonarios”), disfrutando de los cañonazos del Mortero de Rufino (que hizo más goles que partidos), recitando de memoria el Quinteto de la Máquina, hasta internalizarnos como miembros de la Familia. Porque en casa, hijo, todos sabìamos que NUNCA NADIE jugó al fútbol como el “Charro”. Y sabíamos que Adolfo fue el arquitecto de la Máquina desde adentro, y el “Tano” Cesarini, tan pedante como sabio,desde afuera.

Qué fácil era Ser de River, hijo, escuchando las hazañas del “Feo”, su Amor por la Banda directamente proporcional al odio por Ellos, a los que vacunaba siempre: como jugador, o DT, en River, o en otros equipos; y ni hablar de Di Stéfano, al que soltamos al mundo para que lo disfrute, pero desde las entrañas Millonarias.

Qué fácil era Ser de River, hijo, si mi viejo me hablaba del Gran Amadeo, el que cambió la historia del Arco, del “Patón” Rossi, del Doctor Prado… Si mi viejo me contó que la gente no comía por ver a Walter Gòmez.

Qué fácil era Ser de River, querido Hijo, si con el abuelo descubrimos que el talento del “Cabezón” Sìvori valía mucho más que una tribuna. Y qué hablar de Ermindo: Genio sin Corona de talento inigualable.

Cuando yo tenía tu edad, hijo, sabìa que “Pinino” le pegaba de todos lados, y que habia errado, a propòsito, un penal, para no ser de ellos (porque Pinino era Nuestro), y sabía que un Flaquito, con la 10 en la espalda, podía hacer el gol que ni Pelé pudo. Sabía que los Reyes magos de la Mitad de la Cancha eran JJ, Merlo y el Beto, y sabía que Fillol podía volar de palo a palo en este, el Arco más Grande del Mundo.

Y nací Campeón, hijo, porque a los 9 meses de vida di la vuelta después de 18 años de frustraciones, porque éramos los Mejores aún no siendo Campeones.

Y crecí viendo a Passarella defender al equipo todo lo que hoy no defiende al Club; y crecí viendo al Negro Ortiz gambetear hasta a su sombra; vi al pelado Díaz suplente y crack, y lo vi genio y figura en su regreso; vi la llegada de un Prìncipe Oriental que, poco a poco, se convirtiò en InmENZO.

Que fácil era Ser de River, hijo, si el equipo del 86 ganaba en Todos Lados. Que fácil era Ser de River, hijo, si aplaudìamos de pie a la Filarmònica del 96. Que fácil era Ser de River si salìan CRACKS de abajo de las baldosas…

Y vos naciste, querido hijo, y todo el Amor que siento por River pasó a ser tuyo (transferido del mismo modo que tu abuelo hizo conmigo). Pero estos son otros tiempos: La Máquina, Los Caballeros de la Angustia, Las 3G, La Fábrica de cracks, y el Oleeee, pasaron a segundo plano, eclipsados por los Desequilibrios Institucionales, los Desbordes Financieros, los Desaciertos Deportivos, el Alejamiento del Paladar Negro, la Falta de Rumbo, la Mirada a la Tabla de Abajo, el “Pongan Huevos”, la Lucha por el “puntito inteligente” y… EL DESCENSO.

Cómo te explico, hijo, que la Escuela de Fútbol había descendido? Cómo hago yo, que te había transmitido cada palabra aprendida de mi viejo, con la misma pasión, para hacerte entender que el Sueño de Leopoldo Bard, 110 años después, debería competir con Guillermo Brown de Puerto Madryn y Deportivo Merlo?

Que fácil era Ser de River, hijo, y que duro es lo que hoy estamos viviendo: VOS con la bronca de un niño por no saber porqué; YO con la lucha interna entre el Odio por lo que veo y la Esperanza por lo que vi; y EL ABUELO con los silencios justos y las palabras precisas que le dan las canas y la sabiduría.

No estoy seguro de que River algún dia vuelva a ser lo que fue. Pero no lo dudes, hijo, que la única chance que tenemos de acercarnos a aquello tan Maravilloso que nos enamoró de esta pasión llamada River Plate, es intentar retomar el camino de quienes llevaron al Club hasta ese lugar del que nunca debió haber dejado: El de la Gloria.

Vení, hijo, dame un abrazo, y despuès del postre vamos a brindar por River…


Emocionante.

HIJO, TENEMOS QUE HABLAR

Hoy es el dìa del Padre, y entre regalos (tan repetidos como halagadores), almuerzos opulentos y anécdotas de las que todos sabemos el final, pero que cada vez son más lindas escucharlas, te veo triste, pensativo, preocupado, desganado, nervioso, dubitativo…

Yo se que te pasa, porque siento algo parecido a lo que vos sentís, y aunque los años me dan ese ejercicio de poder maquillar esta desazón, creeme que hoy no tengo ganas de hacerlo. Estás mal por River, hijo. Estamos mal por River. Vení, dejá el postre para más tarde: tenemos que hablar.

Cuando yo tenía tu edad (en la que no había Internet, ni TV por Cable, ni diarios deportivos), no había otra cosa que me hiciera sentir más feliz que las charlas con mi viejo, tu abuelo, contándome historias de la Historia de River. Hablábamos (Él lo hacía y yo escuchaba) con la precisión de un cirujano, de jugadores, fechas, resultados, formaciones, títulos, goles, anécdotas, pudiendo mi viejo hacerme sentir, en ese momento, que los viajes al pasado no eran solo exclusividades de las películas de Ciencia Ficción.

Qué fácil era Ser de River, hijo, sabiendo la historia del pase de Barullo Peucelle (y el mote de “Millonarios”), disfrutando de los cañonazos del Mortero de Rufino (que hizo más goles que partidos), recitando de memoria el Quinteto de la Máquina, hasta internalizarnos como miembros de la Familia. Porque en casa, hijo, todos sabìamos que NUNCA NADIE jugó al fútbol como el “Charro”. Y sabíamos que Adolfo fue el arquitecto de la Máquina desde adentro, y el “Tano” Cesarini, tan pedante como sabio,desde afuera.

Qué fácil era Ser de River, hijo, escuchando las hazañas del “Feo”, su Amor por la Banda directamente proporcional al odio por Ellos, a los que vacunaba siempre: como jugador, o DT, en River, o en otros equipos; y ni hablar de Di Stéfano, al que soltamos al mundo para que lo disfrute, pero desde las entrañas Millonarias.

Qué fácil era Ser de River, hijo, si mi viejo me hablaba del Gran Amadeo, el que cambió la historia del Arco, del “Patón” Rossi, del Doctor Prado… Si mi viejo me contó que la gente no comía por ver a Walter Gòmez.

Qué fácil era Ser de River, querido Hijo, si con el abuelo descubrimos que el talento del “Cabezón” Sìvori valía mucho más que una tribuna. Y qué hablar de Ermindo: Genio sin Corona de talento inigualable.

Cuando yo tenía tu edad, hijo, sabìa que “Pinino” le pegaba de todos lados, y que habia errado, a propòsito, un penal, para no ser de ellos (porque Pinino era Nuestro), y sabía que un Flaquito, con la 10 en la espalda, podía hacer el gol que ni Pelé pudo. Sabía que los Reyes magos de la Mitad de la Cancha eran JJ, Merlo y el Beto, y sabía que Fillol podía volar de palo a palo en este, el Arco más Grande del Mundo.

Y nací Campeón, hijo, porque a los 9 meses de vida di la vuelta después de 18 años de frustraciones, porque éramos los Mejores aún no siendo Campeones.

Y crecí viendo a Passarella defender al equipo todo lo que hoy no defiende al Club; y crecí viendo al Negro Ortiz gambetear hasta a su sombra; vi al pelado Díaz suplente y crack, y lo vi genio y figura en su regreso; vi la llegada de un Prìncipe Oriental que, poco a poco, se convirtiò en InmENZO.

Que fácil era Ser de River, hijo, si el equipo del 86 ganaba en Todos Lados. Que fácil era Ser de River, hijo, si aplaudìamos de pie a la Filarmònica del 96. Que fácil era Ser de River si salìan CRACKS de abajo de las baldosas…

Y vos naciste, querido hijo, y todo el Amor que siento por River pasó a ser tuyo (transferido del mismo modo que tu abuelo hizo conmigo). Pero estos son otros tiempos: La Máquina, Los Caballeros de la Angustia, Las 3G, La Fábrica de cracks, y el Oleeee, pasaron a segundo plano, eclipsados por los Desequilibrios Institucionales, los Desbordes Financieros, los Desaciertos Deportivos, el Alejamiento del Paladar Negro, la Falta de Rumbo, la Mirada a la Tabla de Abajo, el “Pongan Huevos”, la Lucha por el “puntito inteligente” y… EL DESCENSO.

Cómo te explico, hijo, que la Escuela de Fútbol había descendido? Cómo hago yo, que te había transmitido cada palabra aprendida de mi viejo, con la misma pasión, para hacerte entender que el Sueño de Leopoldo Bard, 110 años después, debería competir con Guillermo Brown de Puerto Madryn y Deportivo Merlo?

Que fácil era Ser de River, hijo, y que duro es lo que hoy estamos viviendo: VOS con la bronca de un niño por no saber porqué; YO con la lucha interna entre el Odio por lo que veo y la Esperanza por lo que vi; y EL ABUELO con los silencios justos y las palabras precisas que le dan las canas y la sabiduría.

No estoy seguro de que River algún dia vuelva a ser lo que fue. Pero no lo dudes, hijo, que la única chance que tenemos de acercarnos a aquello tan Maravilloso que nos enamoró de esta pasión llamada River Plate, es intentar retomar el camino de quienes llevaron al Club hasta ese lugar del que nunca debió haber dejado: El de la Gloria.

Vení, hijo, dame un abrazo, y despuès del postre vamos a brindar por River…


Emocionante.

No bajonea nada la nota…

Es terrible. Te deja una desazón impresionante.

¿De dónde es?

UnLocoReCuerdo: HIJO, TENEMOS QUE HABLAR

:cry::cry:

Tremendo. Ay River, River…

LA CONCHA DE TU MADRE AGUILAR, PASSARELLA, JJ Y TODOS LOS HIJOS DE PUTA QUE HUNDIERON A RIVER!

:cry::cry::cry::cry:

Uffff que nota, Que te hicieron River…DESPERTATE VIEJO!!

impecable

papa te quiero

Ganen el sabado…POR RIVER, no por ustedes hijos de puta… lean el texto.

en el 2013 tenemos que empezar a cambiar esto, como me arrepiento de haber confiado en pasarella(aunque no lo vote)

La puta…me hizo llorar…lo leía y pensaba en el antes…y en el presente!!! :cry:
Que te hicieron River,que te hicieron?

:cry::cry::cry:

Muy linda, que angustia la puta madre

muy triste, pero excelente.

Fuck, toda la razón …es para cortarse las venas.

Pase lo que pase, el sabado voy a estar ahi, en el templo, porque me hace bien, y pase lo que pase te voy a seguir amando River, como lo hago desde el dia en que te juré amor eterno y te entregué mi alma y mi corazón