Affranchino, que hoy será titular, sueña con romperla y regalarles a sus viejos “un auto que no recaliente en los viajes”.
En tiempos en los que se habla de contratos millonarios, no todos los futbolistas viajan en autos importados, derrochan billetes en lo que se les ocurra y aprovechan las bondades de la fama. También hay casos como el de Facundo Affranchino que, si bien firma algunos autógrafos en el lobby del Sheraton, muchos ni saben su nombre o algún periodista despistado y popular lo confunde con el delantero Funes Mori. Humilde, el volante hasta responde como si fuera el mellizo… Donde sí lo conocen es en su Paraná natal. “Allá sí me piden muchos autógrafos, fotos, camisetas. Está bueno, pero a veces ves casos como el de Ariel (Ortega) y no sé… Lo vuelven loco”, comenta Clemente, apodo con que lo bautizó su amigo Chichizola.
Allá, en Paraná, viven Miguel y Claudia, sus padres. El trabaja en una fábrica de cartón, ella es empleada municipal y ellos ocupan el primer lugar de las prioridades que su hijo tiene para cuando la plata le permita alguna alegría mayor, mientras sigue afirmándose en el equipo de Cappa. “Les quiero regalar un auto para que puedan venir a visitarme más seguido. Tienen un Renault 19 y antes de cada viaje hay que hacerle un montón de cosas. Por ahí vienen bien, pero a la vuelta se les recalienta. Es lo primero que quiero hacer. El auto para mí ya vendrá”, cuenta Affranchino, quien recién en agosto dejará la pensión para mudarse a un departamento: “Eso también me ayudará. Muchas veces iban a verme y se volvían en el día porque no teníamos para gastar en el hotel. Ahora se van a poder quedar y los voy a disfrutar más”.
Prototipo de joven de los que ya no abundan, Facundo pone a su familia por delante de todo. Y mientras también se propone colaborar para arreglar la casa de Paraná, reconoce que donde más gasta su plata es en pilcha y perfumes. Pero no es egoísta. “Cuando puedo les doy a mis hermanos (Federico, Nadia y Felicitas) para que ellos también se compren”, explica y también plantea un objetivo deportivo: “Quiero que el hincha me reconozcan porque juego bien y el equipo también. Angel me pide que toque más porque yo era de trasladar mucho y chocar. Siempre nos da buenos consejos. Ojalá podamos aplicar todo lo que practicamos”.
La verdad que es lindo que en River todavía hayan jóvenes humildes, la humildad es algo que hoy en día escasea en los pibes. Este chico tiene un lindo porvenir, que aprendan otros que llegan a Primera y se la re creen!
Affranchino, que hoy será titular, sueña con romperla y regalarles a sus viejos “un auto que no recaliente en los viajes”.
En tiempos en los que se habla de contratos millonarios, no todos los futbolistas viajan en autos importados, derrochan billetes en lo que se les ocurra y aprovechan las bondades de la fama. También hay casos como el de Facundo Affranchino que, si bien firma algunos autógrafos en el lobby del Sheraton, muchos ni saben su nombre o algún periodista despistado y popular lo confunde con el delantero Funes Mori. Humilde, el volante hasta responde como si fuera el mellizo… Donde sí lo conocen es en su Paraná natal. “Allá sí me piden muchos autógrafos, fotos, camisetas. Está bueno, pero a veces ves casos como el de Ariel (Ortega) y no sé… Lo vuelven loco”, comenta Clemente, apodo con que lo bautizó su amigo Chichizola.
Allá, en Paraná, viven Miguel y Claudia, sus padres. El trabaja en una fábrica de cartón, ella es empleada municipal y ellos ocupan el primer lugar de las prioridades que su hijo tiene para cuando la plata le permita alguna alegría mayor, mientras sigue afirmándose en el equipo de Cappa. “Les quiero regalar un auto para que puedan venir a visitarme más seguido. Tienen un Renault 19 y antes de cada viaje hay que hacerle un montón de cosas. Por ahí vienen bien, pero a la vuelta se les recalienta. Es lo primero que quiero hacer. El auto para mí ya vendrá”, cuenta Affranchino, quien recién en agosto dejará la pensión para mudarse a un departamento: “Eso también me ayudará. Muchas veces iban a verme y se volvían en el día porque no teníamos para gastar en el hotel. Ahora se van a poder quedar y los voy a disfrutar más”.
Prototipo de joven de los que ya no abundan, Facundo pone a su familia por delante de todo. Y mientras también se propone colaborar para arreglar la casa de Paraná, reconoce que donde más gasta su plata es en pilcha y perfumes. Pero no es egoísta. “Cuando puedo les doy a mis hermanos (Federico, Nadia y Felicitas) para que ellos también se compren”, explica y también plantea un objetivo deportivo: “Quiero que el hincha me reconozcan porque juego bien y el equipo también. Angel me pide que toque más porque yo era de trasladar mucho y chocar. Siempre nos da buenos consejos. Ojalá podamos aplicar todo lo que practicamos”.
La verdad que es lindo que en River todavía hayan jóvenes humildes, la humildad es algo que hoy en día escasea en los pibes. Este chico tiene un lindo porvenir, que aprendan otros que llegan a Primera y se la re creen!
la humildad, las ganas de ganar y jugar al futbol, son las que terminan haciendo grandes a los jugadores… casi todos los que entran en el circo marketinero y demás, terminan en cualquiera…
Muy humilde, hace unos meses cuando entre al facebook de algunos jugadores todos con fotos pelotudas y Afranchino con una nenita en un zoologico creo jaja .
Que se quede 3 años mas, 3 temporadas más le van a ser suficientes para cambiar el auto. Pero que no huya a Europa como hacen todos. Ojala que le vaya bien.
3 temporadas? con lo que cobran los jugadores de futbol, en una temporada (obvio que ahorrando y pensando que no se va a comprar un ferrari) puede cambiarlo tranquilamente