[b]Hace unos días, había comentado sobre irregularidades en la llegada de uno de los refuerzos, así como ciertos vínculos entre Passarella y empresarios asociados a propuestas desagradables durante la gestión Aguilar. Aquí, la info (hay más, que a medida que se confirme, será transmitida).
AMIGOS SON LOS AMIGOS
[/b]Matías Muzio.-
Cuando Daniel Passarella asumió la presidencia de River, utilizó como catapulta al sillón a una sentencia que todavía retumba en los pasillos del Monumental: “Se va a acabar la joda”. A medida que fue desgajando sus ideas y las puso en práctica, se evidenciaron conductas positivas como el ahorro de dinero en el traslado de las divisiones inferiores. Sin embargo, Groucho Sport tuvo acceso a un par de informaciones que, al menos, permiten abrir un espacio de duda respecto al cumplimiento a rajatabla del primer mandamiento “passarelliano”.
La gestión de Aguilar fue un collage infinito de desencantos, pero tuvo su Everest en las relaciones carnales con grupos empresarios. Uno de los episodios más recordados fue el bautizado “Caso Hardoy”.
Ricardo Hardoy es un empresario que intentó adquirir parte de los pases de 16 juveniles (entre ellos, Carrizo, Higuaín y Buonanotte) en apenas 3 millones de dólares, a pagar en cómodas cuotas. Al momento de realizar la oferta, Hardoy estaba siendo juzgado por quiebra fraudulenta en la causa Nº 752/1923, asentada en el Tribunal Criminal Nº 5 de San Isidro. Cuando la noticia aterrizó en River, se informó que el inversor que negociaba con el club era Ardoy, sin H. La maniobra no arrojó resultados positivos; la operación se desinfló como un globo de cumpleaños sin anudar.
La oferta de Hardoy fue acercada a River por Gustavo Murillo, entonces miembro de la Comisión Fiscalizadora. Murillo es una persona cercana a Daniel Passarella y a Alfredo Dávicce, detalle que supo informar el diario Perfil:
Durante el mediodía del viernes 19 de marzo de 2010, el apellido Murillo volvió a desfilar por el Planeta Fútbol. El periodista Hernán Castillo, encargado de informar sobre River en el programa “De Una, otro buen momento”, que se emite por Radio La Red, comunicaba que Passarella había mantenido conversaciones con los inversores que le aportaron jugadores a San Lorenzo durante la gestión de Rafael Savino. La idea, a priori, fue averiguar la situación contractual de algunos futbolistas de cara a la próxima temporada. Castillo mencionó a dos empresarios: Ranucci y Murillo. Sí, Gustavo Murillo, el mismo del caso Hardoy.
La idea de Passarella de respaldarse en empresarios “amigos” para reforzar el plantel, tiene otro episodio. La llegada de Rodrigo Rojas a River lució como padrino de operaciones, entre otros, a Ricardo Cosentino, un hombre de confianza del actual presidente riverplatense. Varios reportes periodísticos vincularon a Cosentino con la barra.
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BARRA BRAVAS | Tribuna de Periodistas
No tiene nada de malo hacer un buen negocio, como puede ser la incorporación de un jugador joven y con talento, a préstamo, con opción y valor de reventa, pero no queda claro el recorrido del pase de Rojas, desde que el grupo empresario se lo compró a Olimpia, hasta su desembarco en el Monumental.
Más allá del conflicto que existió entre los inversores, Olimpia, y Alfredo Mendoza, representante del jugador, lo que debe interesarle al hincha de River es lo que sucedió en los días previos a la concreción del préstamo, para lo cual es indispensable saber leer el mapa del Triángulo de las Bermudas futbolero.
¿QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DE LAS TRIANGULACIONES EN LAS TRANSFERENCIAS DE FUTBOLISTAS?
¿QUÉ SE ESTARÍA EVADIENDO?
Impuestos relacionados a las transferencias y el Impuesto a las Ganancias de parte de las personas físicas.
COMPONENTES INDISPENSABLES PARA LLEVAR A CABO UN PASE FANTASMA
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Los grupos empresarios y los representantes. Como la legislación prohíbe que las personas físicas sean dueñas de los derechos federativos de un jugador, los grupos empresarios necesitan de un club “pantalla” para registrar aquellos pases de futbolistas que les pertenecen.
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Los clubes (dirigentes). Son imprescindibles para “hacerles la segunda” a los representantes y empresarios. En Uruguay, reciben una limosna por sus servicios, comparado con los montos totales de las operaciones. Además del club “puente”, la maniobra también la conocen las otras instituciones que intervienen en el proceso. Generalmente, los clubes “puente” no tienen una relación siamesa con la popularidad y, encima, sus cajas fuertes padecen anorexia.
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Las asociaciones. Deberían cumplir la función de contralor, pero jamás protestaron ante este tipo de maniobras. Por ejemplo, la AFA sería una de las perjudicadas por las triangulaciones (retiene el 2% de cada transferencia), pero jamás avanzó sobre el tema. Vale recordar que las asociaciones están conformadas por los dirigentes de los clubes…
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Los jugadores. Deben prestar su conformidad para cualquier transferencia. Si, en condición del libre, registran su ficha en un club “puente”, pueden beneficiarse en cuanto al monto a tributar por el impuesto a las ganancias.
¿QUÉ BENEFICIOS PUEDEN REPORTARLES LAS TRIANGULACIONES?
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Ocultar el origen del dinero. Mediante la triangulación, se dificulta seguir la ruta de los billetes, debido a las diferentes regulaciones fiscales de los países que intervienen en las negociaciones y a sus respectivos secretos bancarios y fiscales. El escenario ofrece rasgos aún más pantanosos si el destino final es un paraíso fiscal.
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En la Argentina, cada transferencia se devora un 24,5%: 15% para el jugador, 2% para la AFA, 0,5% para Agremiados, 7% para la AFIP.
Durante la década del 90, las triangulaciones alcanzaron el estrellato. Ante el escándalo, en Uruguay se sancionó la Ley 17.296, que gravaba con un 5% las transferencias de deportistas al exterior, pero la norma fue derogada en 2007.
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Se puede ocultar el verdadero valor de venta del jugador. Ejemplo: El jugador A llega al club “puente” (B) por 5 millones de dólares, pero, a las pocas horas, se convierte en jugador del equipo C a cambio de 10 millones. La diferencia se la reparten entre todos los componentes del negocio.
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Jugadores libres. Se registran en un equipo para reducir el monto a tributar por sus contratos (impuesto a las ganancias). Por ejemplo: El jugador arregla con el club por 300 mil dólares, pero en realidad percibe el doble. Los otros 300 mil son pagados a un club puente, que luego lo repartirá con el jugador, representante, etc.
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También se pueden eludir obligaciones legales anotando a los jugadores en equipos de ligas amateurs. Se coquetea con lesionar a la ley FIFA que establece que un futbolista no puede “participar” en tres clubes en una misma temporada.
¿CUÁNTO SE EVADE?
Es imposible determinarlo. Fuentes de la AFIP especulan que el monto puede alcanzar el 25% del movimiento total de transferencias. “La cifra se puede medir en decenas de millones de pesos. Hace casi tres años, se formalizó la creación del registro de venta de jugadores, a través de la Resolución 2182 publicada en el Boletín Oficial. La norma obliga, a quienes intervienen en el mercado, a informar sobre las operaciones realizadas a partir de marzo de 2006, pero con esto no alcanza, porque no todos cumplen y porque hay mucha información que sigue oculta. Por eso, está la idea de solicitarle al titular de la AFIP (Ricardo Echegaray) la creación de una unidad de investigaciones que se dedique exclusivamente a la potencial evasión fiscal devenida del mercado de transferencias de jugadores de fútbol”, afirman desde el ente recaudador.
El pase del mediocampista paraguayo fue sometido a una triangulación. El 29 de enero, según el expediente Nº36322 de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Olimpia le cedió a préstamo a Rojas a Fénix de Montevideo hasta el 30 de junio de 2011. El 2 de febrero, según lo sustentan los documentos de la misma asociación, Fénix le envió el certificado de transferencia internacional a River. La AFA también da cuenta de la maniobra en el expediente nº 106217.
Un ejemplo en contrario es el de Rubén Ramírez, actual delantero de Banfield. El pase del futbolista le fue adquirido a Colón por un grupo empresario, que lo colocó primero en Racing y luego en el equipo que dirige Julio Falcioni. En ambas operaciones, quien cedió los derechos federativos fue la institución de Santa Fe.
Pero como dice el gran Groucho: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.”